Errores comunes en la gestión de las empresas

Llevamos adelante nuestras tareas, negocios, empresas, pero con frecuencia los errores más comunes en la gestión, hace que el camino sea poco eficiente o los resultados poco eficaces.

Al igual que en la vida personal, tendemos a cometer errores que nos dificultan lograr los resultados que buscamos en el tiempo y medida que esperamos. Generalmente el origen de dichos errores es cultural, los aprendimos de nuestro entorno y los repetimos una y otra vez.
A continuación presento cuatro de los principales errores en la gestión, personal y empresarial.

1. Quedar a la espera.
La cultura y los procesos manuales nos han entrenado bien para estar en estado de espera, sin embargo la dinámica del mundo actual nos demanda actuar de manera proactiva.

Culpar a otros fomenta a quedar en espera y estar en espera fomenta culpar a otros. Por ejemplo, la culpa la tienen todos los demás, gobernantes, administradores, profesores, jefes, padres, en fin, toda figura de autoridad… y estamos esperando a que ellos tomen acción para que haya un cambio en mi situación actual.

Como empresarios y como directivos, esperamos a nuestros empleados, que aparezcan, que vengan y pidan empleo. Una vez que lo tienen, esperamos que sepan que deben hacer y lo que esperamos de ellos, cuáles son sus resultados y en qué deben mejorar.

Bueno, como empleados esperamos a los empleadores, a los reclutadores, que nos busquen y nos encuentren, a que atinen a saber del gran potencial que tenemos para las empresas y para el mundo.

Esperamos a nuestros jefes, a que nos pregunten cómo vamos, a que se sienten con nosotros a ver el detalle de nuestro trabajo, y como jefes esperamos a nuestros empleados, a que nos reporten sus resultados y a que éstos sean los esperados.

Pero ahí no para la cosa, también esperamos a los clientes, ¡A que vengan, nos pregunten, nos pidan cotización, propuesta, nos contraten y a que nos paguen!
En general, la cultura nos ha enseñado a ser pacientes, a abrir nuestro corazón lleno de esperanza, de que todo llegue a nosotros como si fuéramos el centro del universo, a sentarnos a esperar…

2. Actuar sin preparación.
Mientras algunas personas (y organizaciones) se sientan a esperar que el mundo gire en torno a ellos, existen personas que clasificamos con algún trastorno, como: hiperactivas o déficit de atención, que no pueden “estarse quietas” como lo indican los padres de familia. Lo dicen los padres, los abuelos, los maestros: “estate quieto, espera ahí, no debes, no puedes”, etc. Gracias a ellos es que se han gestado los grandes cambios en la historia de la humanidad. Ellos no esperan como todos los demás, ellos buscan y hacen.

Sin embargo, quizá nos preguntemos porqué nosotros trabajamos mucho más que otras culturas y países y obtenemos mucho menos. Además de los problemas de corrupción y burocracia (también culturales), una causa importante es que trabajamos mucho pero no necesariamente de manera inteligente. Nos lanzamos a la acción sin haber establecido objetivos, metas y planes de trabajo. Esto nos hará esforzarnos mucho pero no necesariamente en la dirección correcta. Es como andar en un auto manual acelerando al máximo, sin hacer el cambio de velocidad.

3. No dar seguimiento a lo iniciado.
Desde hace muchos años, la capacidad de producción ha sido un elemento de riqueza que ha permitido a muchas naciones crecer económicamente y dominar los mercados mundiales. Tal es el caso de los países de medio oriente respecto al petróleo y los países asiáticos, en particular China, con la manufactura de todo tipo de productos. En este marco, México se ha posicionado como un país maquilador aprovechando la ventaja de ser vecino del país con mayor consumo del mundo.

Países como Corea, han encontrado y demostrado que la riqueza se crea mediante la innovación, esto es, los nuevos productos, servicios, soluciones crean mercados demandantes, y generan a través de la explotación de patentes y marcas la riqueza para sus creadores. En este marco, varios países como el nuestro, están intentando seguir el ejemplo de Corea e impulsan las iniciativas, los proyectos, las startups para crear en lugar de solo maquilar.

Sin embargo, el primer paso es la iniciativa, pero de ahí viene el seguimiento y la infinidad de pasos y tiempos de espera; es lo que hace que las personas proactivas caigan en el valle de la desesperación y las buenas ideas terminen en intenciones bien guardadas.

Por: Joaquín Terrazas

Consultor en la implementación y operación de Tecnología y Centros de Servicios Compartidos en empresas líderes internacionales.

 

 

 

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