Incipiente el desarrollo tecnológico del país
El escaso desarrollo científico de México es un problema estructural, pero es todavía peor el incipiente progreso tecnológico nacional y es que el paso de ciencia a tecnología (aplicación práctica) pocas veces se da.
El director del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), Enrique Villa Rivera, reconoce que México carece de una cultura empresarial para invertir en desarrollo tecnológico.
“La ciencia en nuestro país es generada por instituciones de educación superior, fundamentalmente públicas; las empresas no tienen centros de investigación. Ya están invirtiendo, paulatinamente, una cantidad mayor en desarrollo tecnológico y en investigación, como lo hemos visto en los programas de Conacyt, pero hay un largo camino por recorrer”, explica el funcionario.
“La industria tiene que invertir mucho más en formación de capacidades de mucho mejor nivel para mejorar su competitividad y por supuesto en desarrollo de tecnologías; tienen que ser mucho más eficientes sus procesos, desarrollar nuevos productos y servicios; debe de estar mucho más cercana a las instituciones que le pueden ayudar a resolver sus problemas tecnológicos”, diagnostica.
Expone: “Por las condiciones en que se ha desarrollado, la ciencia en nuestro país ha tenido un impacto relativo en el desarrollo de tecnología y sobre todo en la generación de tecnología endógena que tiene que ver con patentes; el número de patentes que se solicita al Instituto Mexicano para la Protección Industrial (IMPI) es todavía muy bajo, comparativamente con los solicitados por científicos o compañías del extranjero. Por lo tanto, necesitamos hacer un esfuerzo mucho más intenso en los próximos años para que de ese gran recipiente que se está formando de conocimientos científicos impacte en el desarrollo económico vía el desarrollo industrial”.
Por Patricio Cortés