Algunas ocultan verdades, otras afectan los modelos tradicionales de obtener acceso a bienes o servicios, así como apertura de nuevas posibilidades para hacer negocios.
Alguna vez en un foro de discusión, un grupo de personas hablábamos de la distorsión de la historia. Comentábamos que en tiempos muy antiguos ésta se empezó a escribir y hoy en día cada uno la interpretamos de distinta manera, dependiendo de factores como: nuestro marco de contexto, nuestras vivencias, formas de pensar, nuestra misma educación y los intereses personales, así como de grupo.
En esa ocasión planteábamos y poníamos en duda las verdades históricas que hoy se aceptan como tal; con los avances tecnológicos, la televisión, los medios de almacenamiento masivo, las redes sociales, los complejos sistemas de información automatizados; nos harían pensar que la historia que vamos escribiendo en nuestros días cuenta con bastantes elementos para hacerla más fidedigna, sin embargo no es así.
Para tratar de ilustrar mis incertidumbres, quisiera plantear un ejemplo de las verdades históricas cuando se escribieron las sagradas escrituras del cristianismo, (Biblia). Los escribas no presenciaron las vivencias de Jesús en la tierra, basaron sus escritos en pláticas con la gente que pudo vivir de cerca esa parte de la historia; recordemos que los apóstoles que siguieron de cerca la vida y obra de Jesús no eran personas ilustradas, incluso es muy probable que no supieran leer ni escribir, por lo que el paso de información de boca a boca seguramente actuó como teléfono descompuesto y pudo cambiar de manera dramática la realidad histórica de esos días. Además de que la misma iglesia realizó cambios a algunos evangelios y oculto otros, modificando aún más la verdad histórica de esa época.
El mal uso de la tecnología
Las Tecnologías de Información son hoy el pan de cada día, las usamos a pesar de que no sabemos que es lo hacemos, existen videos, notas, noticias, fotografías de sucesos importantes en casi todos los rincones del planeta; sin embargo, es importante resaltar que dicha información cambia según la conveniencia de los diversos grupos, donde los individuos experimentan intereses propios; por ejemplo, en días pasados México presencio un procesos electoral de varios Estados y Municipios.
Los ataques entre los candidatos de cada partido fue una guerra digital, donde se escribieron muchas verdades, como también muchas mentiras, se alteraron videos, fotografías, documentos, entre otros, que hacían dudar del carácter moral y ético de cada candidato, y las propuesta de un buen gobierno quedaron en un segundo término, entonces podremos preguntarnos ¿gano quien tuvo la mejor estrategia electoral?
Tanto los gobiernos como las empresas, están convencidos de que quien haga el mejor uso de la información tendrá una ventaja competitivo. Los gobiernos generan estrategias para atraer adeptos y las TIC’s son una herramienta imprescindible en alcanzar el objetivo (ganar las elecciones). Asimismo, los dirigentes de las empresas son conscientes de que sacar el mayor provecho de la información, les dará mayor oportunidad de subsistir en un mercado altamente competitivo y muy cambiante.
Por: M. en Administración Samuel Sánchez Vargas
Director General Upgenia.
