La situación económica que desde hace un par de años aqueja a la Unión Europea, es resultado de la crisis hipotecaria iniciada en los Estados Unidos de Norteamérica en 2007, cuyos efectos derivaron en la actual crisis financiera, la cual se expandió en todo el mundo debido al proceso de globalización y las interrelaciones económicas de las naciones; es lo que explica en entrevista para Consultoría el investigador Carlos Antonio Rozo Bernal, doctor en Economía de la Universidad Autónoma Metropolitana.
De esta manera, detalla el entrevistado, los bancos norteamericanos iniciaron desde hace tiempo a ofrecer una mayor cantidad de préstamos hipotecarios a personas sin respaldo para pagar sus créditos; lo que ocasionó que se crearan productos derivados ofrecidos en todo el mundo para conseguir el dinero para financiar esas hipotecas: “Y de un asunto sólo local se convirtió en un problema global”.
Se trata de las llamadas hipotecas basura, las cuales, para pagar su financiamiento los bancos recurrieron a los productos derivados, es decir, colocaron un producto financiero cuyo valor se basa en el precio de otro activo; lo que ocurrió es que en un mismo documento se colocaron hipotecas que se podían pagar y también las que no, ocasionando la parálisis del mercado interbancario.
Al ser de conocimiento público estas acciones y la doble contabilidad de las hipotecas, los bancos y las instituciones calificadoras de riesgo se pusieron en alerta al no poder pagar. Los bancos con problemas estaban técnicamente quebrados, pero su situación se ha ido resolviendo con la ayuda del Banco Central estadounidense que les facilita ganancias para recapitalizarse y respaldar sus pasivos.
La crisis en la Unión Europea inició en 2010 con el rompimiento del eslabón más débil, se trataba de Grecia, país que desde entonces estaba altamente endeudado; su déficit público en 2009 pasó del 3.4% a un 12.7%. De esta manera se decide el primer rescate financiero internacional en mayo de 2010 “¿Quién le presta? Principalmente bancos franceses, alemanes, suizos; el Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial, el Banco Central Europeo”, no obstante, a pesar de los primeros prestamos no puede superar su crisis, explica Rozo Bernal.
Carlos A. Rozo expone que se inicia un proceso de negociación entre las naciones europeas, porque al no poder Grecia pagar su deuda, el riesgo de prestarle más dinero es el de no poder cobrarle; entonces el país helénico para obtener estos préstamos ofrece pagar mucho más, lo que incrementa su de por sí alta deuda: “Hasta tasas del 7%, altísimas”.
Por Sergio Sánchez Sánchez