Los Procesos del cambio en la Consultoría, igual a Resultados Tangibles

 “No son las especies más fuertes las que sobreviven, ni las más inteligentes; son las que mejor se adaptan al cambio”. Charles Darwin
Es innegable que el entorno de las organizaciones se encuentra constantemente en una espiral de cambio a la cual han tenido que adaptarse, por convicción o por obligación, pero conscientes de que el estar mejor preparados y en una constante revisión de sus procesos, les permite mantener su competitividad y estar posicionados en el mercado. Así, el consultor juega un papel crucial dentro de estos procesos. No solamente debe ser considerado un agente externo del cual se requieren sus servicios únicamente cuando las cosas no van bien por el contrario; tiende a convertirse en un aliado, en socio estratégico que provee información
fidedigna, y bajo la concepción de que su papel como experto es vital en los procesos internos de la empresa es importante entender el gran compromiso que le corresponde jugar dentro de las organizaciones.
Cuando una empresa busca los servicios de consultoría de un especialista en el área, tiene los siguientes propósitos:
-Rediseño de los procesos.
– Mejorar sus procesos.
– Cambios en los procesos.
En efecto, el trabajo que desarrolla el consultor de empresas va desde el diagnóstico preliminar por medio del cual se obtiene un panorama general del contexto de la empresa en cuestión, hasta llegar a una propuesta sobre el proyecto que se va a desarrollar, es decir, el trabajo en sí y la entrega de resultados. Sin embargo, el problema en sí no es el proceso de consultoría, el cual permite enriquecer el conocimiento de los procesos propios de la empresa entre todos los trabajadores, crea un sentido de pertenencia y genera una empatía distinta, así como origina un clima laboral favorable al entender cuál es el papel que jugamos en la consecución
de los objetivos de nuestra empresa.
El principal problema lo encontramos en la etapa de implementación, etapa en donde muchos procesos de consultoría se ven atascados, porque el aterrizar el proyecto a una realidad con resultados tangibles, no depende únicamente de la buena voluntad, por el contrario, depende de un seguimiento que va más allá de que el consultor esté al pendiente de los procesos. Por señalar un ejemplo, viene a nuestra mente el proceso de reingeniería en una organización, el cuál a grandes rasgos consiste en un rediseño radical de los procesos de una organización obteniendo mejoras dramáticas en tiempo y cantidad.
 
Por: Consultor e Investigador Aldro Álvarez Cruz

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