Movilidad urbana

02E23538“Si bien el tema está sobre la mesa, aún estamos lejos de contar con ciudades que promuevan de forma  integral la movilidad no motorizada.”

En ocasiones, la movilidad urbana es relacionada directamente con transporte motorizado, sin considerar los desplazamientos peatonales y ciclistas, que pueden ser, por un parte complementarios o satisfacer  la totalidad de un desplazamiento. La complejidad de los viajes en la ciudad debido a las largas distancias entre las zonas de vivienda y los centros concentradores de actividades y servicios, han evolucionado también el concepto de movilidad. Hoy en día, y de forma integral, la movilidad urbana se refiere a los desplazamientos que deben realizar los habitantes de  una ciudad a fin de satisfacer sus necesidades particulares, que pueden ser empleo, recreación, salud, compras, entre otras, sin limitarse a un medio de transporte en específico.  Esto incluye la variante pública y privada de los modos motorizados como automóvil, camiones,
minibuses; además de los modos no motorizados, la caminata y la bicicleta; por otro lado, este concepto  tampoco se limita a un grupo de personas.

Replanteando la política de movilidad

El intenso proceso de urbanización en la gran mayoría de las ciudades mexicanas nos ha llevado a un replanteamiento de la política de movilidad que se ha desarrollado en los últimos años. La  promoción del uso de transporte público y los modos  de transporte no motorizados a fin de reducir las externalidades sociales, ambientales y económicas que se han generado por el aumento del uso del automóvil es un reto urbano complejo,  pero que no se puede aplazar más tiempo. Las ciudades latinoamericanas son las que presentan  más patrones de desigualdad, y México no es la excepción, la inequidad está presente en diversos aspectos de la vida urbana. En el caso específico de la movilidad hay una relación directa entre la inequidad y los recursos que se destinan  para el mantenimiento e implementación de infraestructura y proyectos relacionados.  De acuerdo al estudio Invertir para  movernos a nivel nacional, el 31% del monto ejercido durante los últimos tres años fiscales (2011 – 2013) se destinó a proyectos de movilidad; sin embargo, el  74% se destinó para ampliar y mantener la infraestructura vial, contra 11% de inversión en espacio  público, 10% en transporte público, 4% en infraestructura peatonal y  menos de 1% en infraestructura ciclista. En la Ciudad de México, cerca del 20% de los  49 millones de viajes que se hacen al día, se realizan en automóvil particular, generando externalidades  que impactan directamente en la calidad de vida de sus habitantes, usen o no el automóvil. Emisión de gases contaminantes, pérdida de horas-hombre invertidas en los desplazamientos, contaminación auditiva, aumento de muertes por  hechos viales, entre otros, son un claro ejemplo. Aun así, a este medio de transporte se le destinó  cerca del 25% del total de recursos, sólo 2% menos de lo destinado al transporte público, mismo que utiliza el 70% de los habitantes de la ciudad.

Por: Kennia Aguirre, Nely Patlán.
Si desea conocer el texto completo busque nuestra edición de Diciembre-Enero en todos los Sanborns del país.

 

ARTÍCULOS RELACIONADOS

El Big Data, sin duda alguna, se ha convertido en una constancia día a...
Entre los posibles riesgos, la seguridad de la información es el más peligroso y...
Negocios como hoteles, restaurantes, bares, centros de entretenimiento como cines, tiendas de mochilas y...