Las tecnologías poco a poco se introducen en nuestra vida diaria, nos han permitido a lo largo de los años actualizarnos en cuanto a información se refiere; además nos ayudan a realizar cierto tipo de tareas de una manera eficaz y sencilla.
Actualmente miles de personas en el mundo cuentan con una computadora y acceso a internet. En México en el año 2010, el número de individuos que contaban con una computadora ascendía a 38.9 millones; mientras quienes disponían de conexión a la web eran 32.8 millones. Lo cual representaba un aumento del 20.6% con respecto al 2009, según informó el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).
Las dependencias gubernamentales no fueron la excepción en la cuestión de la actualización tecnológica, poco a poco tuvieron que renovar sus servicios para conseguir lo que hoy en día conocemos como “gobierno electrónico” o “e-gob”.
Fue a mediados de la década de los noventa del siglo pasado, cuando se empezó a utilizar el término de e-gob, este designaba a los encargados en tecnologías y a los sistemas de información dentro de los gobiernos, en cualquiera de sus niveles.
Sin embargo, el e-gob inició décadas atrás, con la utilización de las primeras computadoras para realizar tareas repetitivas.
Con el paso de los años el e-gob recorrió diversas etapas, desde adquirir equipos, lo que significaba una preocupación por el alto costo de los dispositivos; hasta los problemas de compatibilidad y estandarización. Con la llegada del internet, surgieron nuevos retos para las organizaciones gubernamentales, su principal labor fue enfocarse en diversas áreas, igualmente la de buscar la afinidad dentro de los procesos de información.
Se puede definir al e-gob, como el uso de las tecnologías de la información, así como el desarrollo de los procesos internos del gobierno a través del manejo de las mismas; por otra parte facilitan el uso de la información en los servicios gubernamentales, por medio de la transparencia y la participación ciudadana.
Colaboración INFOTEC