La moda ética-sostenible propone conseguir que el diseño, suministro, fabricación y consumo de prendas de vestir, mejore la calidad de vida de todas las personas que participan en el proceso.
Cuando se habla de sostenibilidad en cualquier aspecto suele sonar complicado, más aún, si este concepto lo llevamos a una de las industrias más grandes, como lo es la industria de la moda, rodeada de estigmas tales como frivolidad, carencia de interés científico, banalidad, consumismo, etc. Pareciera casi imposible concebir la ética y sostenibilidad dentro de este sector.
Todo lo que enfrenta y vive la sociedad se ve reflejado en muchos aspectos, y a lo largo del tiempo la moda ha sido, y continúa siendo, un indicador claro e importante que muestra en qué condiciones nos encontramos, pero no solo eso, también sirve de espejo para indicar soluciones a las problemáticas actuales.
Cada día, es más evidente la manera en la que el consumo ilimitado desencadena en una situación insostenible que no puede permanecer igual, aún cuando sabemos que los recursos materiales son finitos, y el sistema económico en el que estamos inmersos está basado en las desigualdades sociales. Vivimos en un completo contraste, donde nuestro sistema económico se basa en un consumo lineal que crece exponencialmente, y los sistemas naturales fluyen de modo circular, es decir, se renuevan constantemente; cuando este movimiento se altera, el sistema sufre una crisis con tendencia a desaparecer. Si continuamos consumiendo recursos a los cuales no les damos el tiempo de renovarse, el sistema indudablemente colapsará.
Sostenibilidad como respuesta
Es debido a todos estos factores, que nace el concepto de sostenibilidad, como una respuesta a los problemas que origina la forma de consumo desmedida e irresponsable. Este concepto también es acogido en la industria textil y de la moda, para poner freno a la denominada fast fashion (entendida como moda rápida), aquella qué se comercializa hoy en día, donde la producción es a gran escala, empleando materiales contaminantes y dañinos, usando excesivamente los recursos naturales, provocando de esta forma la difícil recuperación de muchos deshechos textiles, sumando a esto, las condiciones de trabajo injustas.
Por: Klaus Gérman Phinder
Colaborador Revista Consultoría Sección Sustentabilidad
Director de ACCSE (Acción Social Empresarial)
Si desea conocer el texto completo busque nuestra edición de Julio en todos los Sanborns del país.