Viacrucis legal al construir y operar una empresa

Colaboración de Valente Quintana Pineda

En la actualidad atravesamos por un importante problema económico na­cional, tal vez no alarmante según los mandos en la materia financiera, pero des­de un punto de vista analítico, el problema de la falta de inversión privada en todos los sectores de la industria, es referente de la incertidumbre en la seguridad jurídica que afecta a todos los sectores.

En nuestro país el 85% de la población eco­nómicamente activa depende directamen­te de la pequeña y mediana empresa; más adelante nos enfocaremos en específico a este sector, al decir que no es sencillo operar desde el punto de vista normativo ninguna unidad económica de producción de esta naturaleza.

Razón por la cual, es urgente no tanto legis­lar ciertos rubros, sino al contrario, establecer una simplificación jurídica en todas las materias del derecho aplicables a la empresa para poder constituir y operar un negocio a la brevedad, una vez tomada la decisión de confiar en el país e invertir capital para el fomento de su economía, al mismo tiempo generar empleos de calidad.

Nos encontramos recurrentemente en el sector empresarial con la posición ideoló­gica de que es sumamente complicada la posibilidad de establecer un negocio en el territorio nacional; debido al espinoso cami­no burocrático a seguir por un empresario al momento de iniciar cualquier idea de activi­dad económica.

Conviene añadir el sinnúmero de trámites legales derivados de las múltiples legislaciones estatales y federales a cumplir, agravándose en mayor o menor proporción de acuerdo con el giro u objeto social que se le preten­da dar al negocio.

Si tratamos de hacer el recuento de cuántas legisla­ciones existen en el país, y de ellas, cuáles se deben cumplir al operar un negocio, nos encontraremos un panorama sumamente enredado de realizar para el empresario común.

Aún ajeno al tema regulatorio jurídico existente en el te­rritorio nacional, encontramos diversas leyes de carácter federal que deberemos cumplir para operar legalmente; entre ellas, la Ley General de Sociedades Mercantiles, en un inicio, con el objetivo de constituir una persona moral, al analizar que tipo de figura jurídica es la más conve­niente para nuestros propósitos, así como la responsabili­dad asumida ante cada una de ellas.

 

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