5 consejos para adaptarte a tu nuevo empleo

Nadie nace siendo exitoso y de hecho, todos arrancamos en algún punto.

En esta jungla de emociones y actividades a la que conocemos como mundo laboral, pisar un nuevo terreno nunca resulta fácil para nadie. Al principio existen expectativas y dudas que a lo largo del camino se van esclareciendo, y el entorno se vuelve más cómodo y productivo.

Comenzar un nuevo empleo siempre será un desafío para cualquiera, independientemente de la experiencia con que se cuente. La clave para superar este obstáculo es mantener una buena disposición para aprender y saber escuchar a los demás; este proceso puede tomar poco o mucho tiempo, lo importante es que te esfuerces en lograrlo y te plantees un objetivo claro siguiendo las recomendaciones que te mostraremos a continuación:

• Investiga a la empresa con la que deseas laborar. En realidad, éste es un paso que debes realizar previo a la entrevista de trabajo. Si no investigaste a la empresa y aun así obtuviste el empleo, debes averiguar todo lo posible sobre su cultura laboral, filosofía, historia y tu puesto. De esta forma no llegarás en blanco a tu primer día de trabajo, además sabrás qué esperar de tu nuevo empleo y lo que la empresa espera de ti.

• Intégrate con tus compañeros de trabajo. La mejor forma de integrarte con tus compañeros es conversar de manera casual e informal, ya sea durante la hora de la comida o durante alguna actividad en la que no se traten temas directamente relacionados con su trabajo. Forjar una relación cordial y profesional con tus compañeros de trabajo será fundamental para tu posterior desarrollo en la empresa. Al entablar una relación de confianza con ellos, puedes consultarlos cuando te surjan dudas o no tengas claro algún proceso de la empresa, siempre respetando su trabajo, es decir, no interrumpirlos cuando estén ocupados con tareas importantes.

• Haz preguntas y pide mayor capacitación. A medida que te surjan dudas sobre tus tareas y responsabilidades, haz una lista con ellas y, de ser posible, procura obtener una respuesta. Si es necesario, anota las respuestas a tus dudas para no tener que preguntar lo mismo una y otra vez. Si tus dudas están relacionadas con un proceso muy especializado, lo ideal es solicitar que te capaciten para poder realizar tu trabajo sin errores. A menos que se trate de información que puedas obtener por ti mismo, no está mal preguntar por ella, pues parte de tu desempeño depende de quién te contrata y te indica cómo hacer las cosas.

• Pide retroalimentación sobre tus tareas. Para saber si vas en la dirección correcta y tu trabajo cumple con los requisitos necesarios, pide a tus compañeros de trabajo y supervisores una valoración de tus actividades. El objetivo de esto es saber qué cosas puedes mejorar, cómo mejorarlas y en qué áreas de tu trabajo debes prestar más atención; de esta forma, necesitarás cada vez menos supervisión para poder seguir trabajando con mejor calidad.

• Sé paciente y abierto al cambio. No desesperes si tu desempeño no evoluciona con la velocidad que esperabas. Cada persona tiene un ritmo de aprendizaje diferente, y es normal demorarse en aprender nuevas actividades. De la misma forma, no te cierres a trabajar de una forma diferente a lo que ya conocías o emplear nuevas técnicas dentro de tus actividades, ya que tal vez encuentres la clave para adaptarte a tu nuevo empleo en alguna de ellas.

 

 

Por: Karen Valencia

Reportera

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