Desde antes de la pandemia se advertía que las condiciones de trabajo de algunos mexicanos podían ser un factor para desarrollar trastornos mentales como estrés, depresión, ansiedad o insomnio. La crisis de la covid-19, el confinamiento obligado y el home office impuesto agravaron esta situación y han desencadenado un escenario de “tecnoestrés”.
Antes de la crisis sanitaria, el 64% de los trabajadores mexicanos consideraba que nuestro país atravesaba por una epidemia de estrés laboral. El panorama se ha agravado con el contexto actual y el 75% de la fuerza laboral en México padece tecnoestrés.
Si bien el semáforo epidemiológico ha permitido una reactivación gradual de actividades económicas, y con ello el retorno de algunas personas a sus centros de trabajo, lo cierto es que una buena parte de la fuerza de trabajo se mantiene laborando en la modalidad de home office o en un esquema mixto.
Los síntomas del tecnoestrés se comparten con otros trastornos, aunque hay señales que son infalibles para saber cuando la hiperconectividad ya afectó al trabajador:
1.Caída del cabello
2.Afectación del ciclo de sueño, dificultad para conciliarlo
3.Consumo excesivo de alimentos
4.Preocupación, miedo, angustia o depresión.
Por: María Vallejo
Reportera