Más allá de la complicada circunstancia vigente, ser emprendedor y dueño de una Pyme implica ciertas habilidades que no cualquiera es capaz de desarrollar. Al hablar en particular de la crisis desatada por el coronavirus, hay ciertas actitudes que deberían volverse parte del día a día de cualquier empresario y máxime en el propietario de una empresa.
1.Lo primero, a considerar, es mantenerse informado en todos los aspectos. No sólo en cuanto a la operación interna del negocio, sino también respecto a las indicaciones de fuentes de gobierno, como pueden ser las autoridades de salud, economía y otras más específicas de nuestro giro comercial.
2.La empatía también es algo que nos beneficia, pues es un momento complicado para todos y lo que menos hace falta son comportamientos egoístas, desconsiderados y fatalistas. Tanto los clientes como los empleados son activos importantes para cualquier compañía y hay que cuidarlos con igual esmero.
3.Es necesario tener la templanza requerida para no caer en desesperación ante complicaciones de una cuarentena como la que vivimos. Hay que delimitar nuestra situación individual y no dejarnos llevar por las actuaciones de terceros. Por ejemplo, no es recomendable replicar planes de otras empresas; en su lugar es mejor armar algo a la medida de nuestra realidad.
4.Hay que estar más vivo que nunca. Si tu modelo de negocio te permite mantener a flote tu empresa, es probable que sea el momento perfecto para aprovechar nuevas oportunidades o temas que tenías parados.
Por: María Vallejo
Reportera