Tiempos de cambios se viven, la naturaleza de los humanos como seres evolutivos y adaptativos nos ha llevado a transformar el entorno mediante tecnologías que se han apoderado de la actualidad.
En el mundo empresarial he podido ver que el humano ha trasladado parte de esta naturaleza para crear negocios exitosos. Es inevitable aceptar que el avance tecnológico se ha convertido en el brazo derecho que hará (en gran medida) que los procesos de tu compañía se eficienten, sin embargo, esto afecta de una manera directa al capital humano, quien se ve envuelto en un ser que busca sobrevivir dentro de las mismas por no perder su lugar como pilar de cualquier empresa.
Mucha preocupación he encontrado en diversos foros de Recursos Humanos sobre este tema, muchos panoramas se plantean, trayendo consigo un discurso principal que se ha vuelto lema del futuro por venir “los empleos no se van a perder, se van a reinventar”.
De acuerdo al Banco de México, el 65% de los puestos de trabajo están sujetos a una automatización inminente, esto significa que es en grande el porcentaje de empleos el que cambiará de una manera significante a futuro.
La universidad de Oxford muestra por otro lado que, en nuestro país, 60% de los puestos de trabajo se pueden perder, esto acompañado de 500 mil millones de dólares en 10 años, lo que representa 1.8% del PIB nacional.
Sin embargo, esto no son todos los datos de manejamos, el Instituto Superior del Internet (ISDI), muestra que para el 2022 podrían crearse 133 millones de empleos relacionados con la revolución digital.
Es así como surge la pregunta: ¿entonces en dónde estamos parados actualmente?, responder esto no es del todo sencillo, es cierto que, como mencioné en un inicio, los procesos se están reinventando para aplicarles sencillez y efectividad. Y estoy completamente de acuerdo en que habrá una caída (tal vez insignificante, tal vez no), cuando estemos presentando maquinas que remplacen al capital humano.
El tiempo traerá desempleo creara nuevas necesidades a largo plazo, esta evolución actualmente vivida no es exclusiva de nuestros tiempos, antes se llamaba rueda, tiempo después ferrocarril, hoy es internet y mañana no sabemos.
Todos son medios, no fines; al final del día los negocios se reinventarán, los procesos, los conocimientos, todo con un el fin de facilitar la vida de nosotros mismos, pero las personas seguiremos siendo el combustible del mundo empresarial, solo habrá cambiado la preparación requerida para esto.
Por: Fernando Becerril
Reportero