Según con una reciente investigación para medir el impacto de la pandemia en la economía mexicana, la crisis continúa afectando la salud financiera de las y los mexicanos ya que el 68% reporta un cambio negativo en su estatus laboral a causa de una reducción o la pérdida total de sus ingresos. Dicho índice muestra una ligera recuperación de 7% en comparación con el 75% reportado el año pasado.
Pese a ello, el futuro continúa siendo poco esperanzador en el país, porque de acuerdo al análisis, 72% anticipa el impacto negativo en su salud financiera en el futuro.
Los encuestados con ingresos de nivel medio prevén un mayor impacto financiero dado a la pandemia que los encuestado con un nivel de ingresos alto; mientras que los encuestados con un nivel de ingresos bajo se muestra menos negativos que los dos segmentados anteriores con respecto a un futuro impacto económico por el Covid-19.
Respecto al ahorro personal, el 26% de los encuestados mencionan no estar ahorrando nada en lo absoluto; el 20% ha estado ahorrando menos de lo habitual; el 12% se encuentra ahorrando la cantidad habitual de dinero y el 20% comenta ahorrar más dinero de lo habitual a lo largo de la emergencia sanitaria.
Por otro lado, el 33% de las y los mexicanos mencionan estar gastando sus ahorros para sobrellevar la crisis causada por la pandemia, es decir, uno de cada tres consumidores en el país. Mientras que, el 14% dicen haber pedido un préstamo personal para hacer frente a la situación económica.
Ahora bien, el tercer trimestre del 2021 el 45% de los mexicanos mencionan haber vuelto a sus actividades laborales presenciales, un 15% más del nivel registrado en el mismo periodo del año pasado. Pese a ello, el 35% no espera volver incluso luego de noviembre de 2021.
Por su lado, el gasto de los consumidores mexicanos, mayormente, se ha normalizado o ha aumentado tanto en gastos en general como en gastos de despensa, mejorando 19.4% y 15.4% respectivamente, a diferencia con el año pasado.
Concluyendo, la investigación de Bain & Company indica que los gastos de despensa (productos esenciales) post COVID-19 de los hogares mexicanos estarán marcados por un incremento de 7% en alimentos frescos y una reducción de -29% en alimentos empacados y -31% en refrescos, en contraste con cifras de enero de 2020.
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