Con la llegada de un nuevo año se crea entusiasmo. Inicia un nuevo ciclo y con ello nuevos propósitos por alcanzar; aunque también es un mes en el que se pone a prueba la capacidad para adaptar y priorizar gastos, la tan conocida “cuesta de enero”. Las primeras semanas del año suelen ser difíciles, principalmente si uno no previno o no ahorro, puesto que deben hacerse pagos importantes y debido a los gastos de las fiestas decembrinas pueden convertirse en un reto financiero.
Sin importar la época del año, podemos tomar acciones para aprender, corregir y mejorar el uso de nuestro dinero. Por ello, compartimos siete consejos que esperemos te ayuden a lograr estabilidad financiera y lograr parte de tus deseos en este año.
1 Define claramente tus objetivos. Piensa cómo quieres que sea tu vida. Estar convencido de lo que se quiere lograr es un paso muy importante para alcanzar lo anhelado. Poner fecha a cada propósito que se tenga y analizar de qué manera se puede alcanzar, es decir, esbozar un plan, es el primer paso para materializar los sueños.
2 Organiza gastos e ingresos. Seguramente no es la primera vez que lo lees, pero realizar un registro de los gastos es un buen comienzo para tener un control de las finanzas. A través de este sencillo método se empieza a ser consciente de los gastos hormiga que se hacen y de que qué tanto se realizan compras por gusto y no por necesidad.
3 Ahorra. Hacerlo con anticipación para cualquier imprevisto es la clave para poder iniciar el año de la forma más sana, ya que siempre se puede presentar alguna eventualidad financiera, desde pequeñas necesidades que simplemente no estaban en el presupuesto (cambiar el refrigerador, reparar el auto, una multa vehicular etc.) hasta situaciones que pueden tener mucho más impacto en la economía familiar (perder el empleo, un tratamiento médico costoso, etcétera). La recomendación habitual para no sufrir la cuesta de enero es guardar como mínimo el equivalente a tres meses de los gastos de subsistencia.
4 Resuelve deudas. Un consejo para acabar con las deudas es consolidarlas. Esto implica obtener un crédito con el cual pagar todas y solo quedarse con un compromiso más grande que los anteriores, pero más manejable. De esta manera se pueden reducir recargos, ahorro en pagos mensuales y mejor control de finanzas.
5 Aumenta tus conocimientos financieros. Si ya tienes trazadas tus metas, acércate con expertos que te puedan asesorar sobre las distintas herramientas financieras disponibles y que se ajustan a tus necesidades. Lee, infórmate, asiste a talleres y elige la mejor opción.
6 Invierte. Si ahorrar es un paso muy importante para tener una cultura financiera sana, muchas veces no es suficiente para alcanzar objetivos. Aprender a invertir es darle un valor agregado al dinero, ya sea en la bolsa de valores o en la compra de bienes, existen actualmente muchas opciones que se pueden ajustar a cada perfil de la persona. Un fondo de inversión es un mecanismo de fácil acceso a los mercados financieros, y su principal función es la de canalizar los recursos que ahorran los pequeños inversionistas a estos mercados. Es una forma segura de ahorrar ya que están regulados y el acceso a los mercados financieros permite la posibilidad de obtener rendimientos atractivos a lo largo del tiempo comparado con otras alternativas de ahorro. Al contratarlos, se debe tener claro el objetivo de inversión, el perfil de inversionista, el tipo de servicio de inversión, o bien determinar si se requiere o no de un seguro de vida, el tiempo en el que se va a disponer de esos recursos y qué tan adverso es la inversión al riesgo.
7 Asegúrate y ten en mente tu retiro. Invertir en salud y en tu vida a futuro, es sin duda uno de los mejores aciertos. Hacerlo ofrece tranquilidad y bienestar personal.
Ser pacientes, disciplinados y actuar en lugar de dejarlo todo a la suerte es la clave para un futuro financiero sano.
Fuente: Guillermo Seañez, especialista en planeación financiera y director comercial de Old Mutual México.
Por: Beatriz Canales
Directora Editorial