Actualmente un trabajador promedio pasa cerca de una tercera parte del día en su empleo. Durante este tiempo, las personas están expuestas a diversos factores que pueden alterar su salud; por ejemplo, la carga de trabajo que propicia a comer a deshoras y consumir comidas rápidas con bajo valor nutricional.
Aunado a ello, en la mayoría de las zonas donde se concentra la actividad laboral de las ciudades, existe una gran cantidad de comercios que venden comida poco saludable, resultando en la aparición de enfermedades gastrointestinales. De acuerdo con la revista Public Health Nutrition, estas representan la segunda causa de ausentismo en el trabajo, generando altos costos tanto sociales como económicos para las empresas.
Se estima que para 2050, la proporción de peso normal se elevará en 12% y 9% para mujeres y hombres, respectivamente. En otras palabras, más personas pasarán de tener sobrepeso a ser obesos, lo que ocasionará aproximadamente 12 millones de incidencias en diabetes y enfermedades cardiacas, resultando en un mayor número de ausencias y en la baja de productividad por temas de salud.
Sin embargo, existe un abanico de soluciones posibles para las empresas, como adecuar un área para que las personas lleven sus alimentos desde casa, los calienten y consuman en el centro de trabajo. Sin embargo, aquellas que no están en posibilidades de ofrecer este tipo de beneficios, como es el caso de las PyMEs, tienen la opción de ayudar a sus colaboradores a mejorar su alimentación mediante herramientas como los vales de restaurante. Incluso, este tipo de recursos podrían reportar beneficios a las organizaciones al reducir sus costos de operación.
Los empleados que mejoren su salud y bienestar reportan cambios positivos que se reflejan en una mayor disponibilidad para completar sus tareas laborales, más compromiso con su empresa y una evolución significativa de la productividad.
Por: Alejandra Cervantes
Reportera