
En primer lugar, me quiero presentar: Soy un ingeniero químico mexicano. Tengo vocación por conocer la dinámica e interacción entre las personas y sus familiares con empatía y deseos de contribuir a su bienestar. Fui por varios años ejecutivo en consorcios internacionales y mexicanos; y me encontré con un campo especial que me impacta hasta la fecha: Las empresas de estructura familiar y su preponderancia mundial.
Del encuentro fortuito con un problema conyugal de un asesorado que amenazaba destruir no solo a su familia sino al negocio y al patrimonio de este, fue que al intervenir para que se llegara a un acuerdo razonable, que descubrí lo siguiente: “Yo puedo ser un consultor de empresas exitoso, pero un conflicto familiar puede causar la pérdida de cualquier negocio y, por ende, el patrimonio de todos”. De ese pensamiento nació, hace ya cuatro décadas una nueva profesión: Asesor de empresas familiares. Este ha sido el cambio más importante en mi vida productiva.
Definiciones
Por principio debo explicar lo que es un negocio de este tipo. Una empresa familiar es un organismo lucrativo en el que una familia o grupo lo opera y es su propietario, por lo que está tomando decisiones de todo tipo y asumiendo la responsabilidad sobre estas.
Los miembros de una empresa familiar son personas que se enfrentan a situaciones diversas todos los días y tienen que actuar, porque nadie va a hacerlo por ellos(as). No tienen jefes ni reciben órdenes de nadie, así que sean estas decisiones correctas o no, ellos asumen la responsabilidad. Y así nacen, van creciendo y logran continuar a través de los años.
He aprendido a través de experiencias y cursos que las empresas familiares consisten en un sistema, basado en cuatro subsistemas diferentes entre sí. Estos son:
a) Las familias dueñas y su dinámica.
b) La empresa operativa y su administración y control.
c) El patrimonio personal de la familia.
d) Los empleados y ejecutivos no familiares.
Estos elementos son muy diferentes entre sí, por sus características, objetivos e influencia del entorno. Sin embargo, todos conviven en la empresa familiar y deben manejarse correctamente, en forma separada, pero coordinada.
La coordinación del sistema familia, empresa y patrimonio se hace a través de reglas claras, estructuras de dirección y control flexibles y dinámico, planes patrimoniales y testamentarios. La elaboración de este esquema y su puesta en marcha y cuidado a través del tiempo es lo que hacemos los asesores de empresas familiares junto con profesionistas asociados de diversas especializaciones

Por: Ing. Salo Grabinsky
Socio director Grabinsky, Álvarez y Asociados S.C.