Autorregulación publicitaria

Protección al consumidor

El papel de la publicidad es indiscutible, pero la precaria calidad de ciertos contenidos nos hace preguntarnos constantemente si ésta es coherente y veraz. Para tratar de evitar esta incertidumbre existe el Consejo de Autorregulación y Ética Publicitaria (CONAR), organismo encargado de vigilar que la industria respete los códigos de la autorregulación publicitaria.

Karla Ávila, directora de CONAR, comenta: “Es un trabajo de dos partes. Una, empresas por favor autorregúlense y hagan buena publicidad. Dos, consumidores no se dejen y no crean en lo primero que se les ofrece, investiguen, piensen, es su dinero que les ha costado mucho trabajo ganar y ahorrar”.

Explica: “Tenemos un código general de CONAR que todos los anunciantes deben cumplir, pero estamos enfocándonos a ciertos sectores que en este momento en particular se consideran sensibles”. De estos se encarga el Código de Autorregulación de Publicidad de Alimentos y Bebidas No Alcohólicas dirigida al Público Infantil (PABI) y el Código de Autorregulación y Ética Publicitaria de Productos Cosméticos (COSMEP), rubro donde hay una proliferación de productos milagro impresionante por lo que buscan distinguir a las empresas de esta industria que cumplan con la norma.

Añade: “Estamos por lanzar un código de bebidas alcohólicas que va orientado al consumo responsable y evitar toda irresponsabilidad en este sentido”.

Subraya que en temas de salud no solamente existen productos que pueden enfermar al consumidor, sino que se tiene conocimiento de casos en los que las personas abandonan tratamientos médicos, para enfermedades tan serias como el cáncer, por tomarse un “agua maravillosa” o untarse un “ungüento maravilloso”, con lo que incluso se puede perder la vida.

Por Ariadne Suzet Gutiérrez Carrillo

 

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