¿Cómo beneficia a las empresas el cambio evolutivo y cultural de la nueva ISO 14001:2015?

En el mundo actual, las organizaciones tienen la responsabilidad de ser parte de una política de sustentabilidad y responsabilidad social; ninguna organización hoy puede darse el lujo de arriesgar su reputación e imagen corporativa, evadiendo su compromiso o ignorando su compromiso con el medioambiente.

La norma ISO 14001 está diseñada para beneficiar a cualquier organización sin importar cual sea su tamaño. Esto incluye organizaciones públicas, privadas y sin fines de lucro, que desean reducir la emisión de residuos y sus costos de energía, impulsando a las organizaciones a ser más respetuosas con el entorno donde desarrollan sus actividades.

Una vez que dicha norma ha sido implementada con éxito, las organizaciones pueden esperar una mejora de su desempeño ambiental y global, una mejor reputación, así como un consecuente realce en las ventas y un mayor acceso al mercado, gracias a controles operacionales eficaces para gestionar los impactos generados por sus actividades, reduciendo el riesgo de litigios y multas con una mayor diferenciación del producto y una influencia positiva en el balance de resultados.

Revisando las normas
Por lo general, las normas se revisan cada cinco años para determinar la factibilidad de una actualización y asegurarse así que los sistemas permanezcan actualizados y relevantes. Por tal razón, el Comité Técnico ISO acordó en el año 2011 que la norma ISO 14001 debía ser revisada. Una de las razones ha sido el cambio significativo en el uso de la tecnología.

Otro aspecto se relaciona con la integración de diversos estándares, ya que los negocios han cambiado y diversificado significativamente sus procesos en la última década y ahora deben usar múltiples normas en sus procesos, por lo que surgió la necesidad de generar formato normativo común para hacer la implementación más fácil, además de tener una validez de 10 a 15 años.

La ISO 14001:2015 se basa en una estructura de alto nivel cuyo marco es habitual a todos los sistemas de gestión para mantener la consistencia, alinear las diferentes normas de sistemas de gestión, emparejar sub-cláusulas contra la estructura de nivel superior y aplicar un lenguaje común a través de todas las normas.

La ISO tiene como uno de sus objetivos más importante apoyar a las organizaciones con una política que promueve la protección del medioambiente, ello fortalece su compromiso con el desarrollo sustentable y el uso de los recursos, el cambio climático y la protección de los ecosistemas.

Así, la identificación de aspectos medioambientales y el proceso de evaluación desde una perspectiva de ciclo de vida, significa que las organizaciones tienen que pensar más allá de las áreas e involucrar a todos los departamentos, incluyendo a la alta gerencia.

Es necesario que las acciones permeen en todos los procesos sistémicos con el apoyo de la alta dirección de la empresa, para no crear una dependencia del área responsable del cuidado de contexto de la organización. Otro reto es reforzar dentro de la empresa la cultura ambiental, así como una excelente gestión de riesgos, con una dirección basada en procesos y no en departamentos.

Es decir, antes el sistema de gestión ambiental solía ser administrado por un sólo departamento, ahora, a partir de su revisión, las empresas deben integrar más a todo su personal con el manejo de ISO 14001:2015,
incluyendo a la alta dirección o gerencia. En la nueva versión, los sistemas se diseñan, implementan, mejoran, auditan y mantienen vía los procesos y no sólo por una gestión departamental.

 

Por: Carlos Pérez Castillo

Instructor de BSI Group.

 

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