Por años predominó la idea de que al trabajo sólo se iba a trabajar, sin disfrutar momentos gratos que no se relacionaran con la actividad a realizar; sin embargo, las ideas y formas de pensar han cambiado, el trabajo ya no debe ser aburrido, estresante ni esclavizante.
Aunque ya se han implementado nuevas políticas como horarios flexibles o permisos especiales, aún se requiere trabajar en las atenciones dentro de la organización, es decir, actividades recreativas que ayuden a relajar, enfocarse, desconectarse por un momento y convivir con los demás. Lo primero para implementar actividades es hacer un estudio de las necesidades y perfiles de los colaboradores, saber cómo se sienten, qué desean o no les gusta.
Las pausas laborales también son importantes, ya que tomar descansos a lo largo del día ayuda a la dispersión de la mente y disminuye la saturación de información. Pueden ser ejercicios de respiración, ejercicio en el lugar de trabajo, yoga en la silla, entre otras. Realizar este tipo de acciones se reflejarán de diferentes formas en los empleados y la empresa como lo son:
• Mejor salud y menor ausentismo laboral.
• Eliminación de tensiones.
• Menores conflictos entre colaboradores y mayor armonía.
• Mejor comunicación en la empresa.
• Mayor rendimiento.
• Menor rotación laboral.
• Aumento de creatividad.
• Mejor energía en los colaboradores.
• Mejora la concentración de los empleados.
Por: María Vallejo
Reportera