Sólo después de trabajar la responsabilidad social introspectivamente, se emprenderán acciones hacia afuera, ya que eso es actuar con congruencia.
Cada vez que conozco buenas prácticas laborales, me siento más lejos de la época en que las jornadas de trabajo representaban dejar la vida en las fábricas o el campo. Hoy por fortuna, son cada vez más las empresas y organizaciones que entienden que el tener buenas condiciones y prácticas laborales redunda en buenos resultados operativos, productividad, rentabilidad y armonía organizacional.
El hecho de que hoy hablemos de igualdad de oportunidades para mujeres y hombres, exigencia en la
utilización de equipo de protección personal, prohibición del trabajo infantil, horario flexible, paternidad y maternidad responsable, salas de lactancia, prevención del acoso, entre otras buenas prácticas laborales, trae detrás una historia a veces amarga, pero también, la generación de conciencia de que el capital humano –más allá de retórica- es lo más preciado en las organizaciones.
Responsabilidad Social
El ser socialmente responsable es un debate avanzado que hoy está en diferentes niveles de conocimiento. De ubicarse hace algunos años meramente como actos filantrópicos, hoy se encuentra en la gestión integral de asumir la responsabilidad de nuestros impactos y conocer y atender las expectativas de los grupos de interés. Para ello, además contamos con instrumentos y herramientas que nos permiten tener una gestión estandarizada en la materia, tal es el caso de la Norma ISO26000, los Principios de El Pacto Mundial y los indicadores del Distintivo Empresa Socialmente Responsable, sólo por mencionar algunos de ellos.
Sin embargo, y a pesar de que la responsabilidad social ataña a una gestión integral, es necesario jerarquizar los diferentes aspectos o materias en las que se debe ir actuando para empezar por el principio con absoluta congruencia. Es decir, ser socialmente responsable implica –primeramente- revisar y diagnosticar las condiciones laborales del personal para procurar espacios de trabajo que conlleven desarrollo, crecimiento, armonía, seguridad y estabilidad económica y emocional.
Por Eloy Rodríguez Alfonsín
Director de ACCSE (Acción Social Empresarial)