En enero de 2022, entrará en vigor la nueva Clasificación Internacional de Enfermedades (CIE-11) de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y, con ello, el síndrome del agotamiento profesional, también conocido como burnout, estará catalogado como un padecimiento laboral.
Para especialistas en el tema, la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS) se ha adelantado a la atención de este problema con la creación de la NOM 035 para identificar, analizar y prevenir los factores de riesgo psicosociales en los centros de trabajo. Pero hace falta que esta enfermedad sea considerada como tal en otras normas laborales del país.
El apartado QD85 Burnout del nuevo listado de la OMS lo define como el “resultado del estrés crónico en el lugar de trabajo, que no se ha manejado con éxito”. Se caracteriza por tres estados: sentimientos de agotamiento, distanciamiento mental del trabajo, sentimientos negativos o de cinismo relacionados con las funciones que les toca hacer, una sensación de ineficacia y falta de realización.
México es el país de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) en el que más horas se trabaja. No es extraño, entonces, que 8 de cada 10 personas trabajadoras en este país viva con estrés laboral. Mientras que en China son 7 de cada 10 y en Estados Unidos 6 de cada 10, según la OMS.
Por: María Vallejo
Reportera