“Los clientes requieren vivir experiencias”
Ahora que se acerca el fin de año, en algunas Micro, pequeñas y medianas empresas (MiPyMES) los empresarios y sus principales colaboradores consideran oportuno realizar un análisis y una evaluación de los resultados obtenidos a lo largo del año.
En algunos casos este tipo de evaluación se lleva a cabo los primeros días del siguiente año y en algunos otros desafortunadamente ni siquiera se contempla un ejercicio de esta naturaleza, esto con la finalidad de establecer nuevos retos y metas que puedan superar nuestro desempeño con respecto al año que está por concluir.
En un ejercicio de evaluación de resultados, las organizaciones revisan diferentes tipos de indicadores dependiendo de la naturaleza del producto o servicio que éstas ofrezcan, generalmente dichos elementos nos permiten ver si nuestra empresa alcanzó el nivel de las ventas planeadas, si los inventarios fluyeron de manera adecuada o si el índice de devoluciones o mermas disminuyó.
En las reuniones de seguimiento de resultados la tendencia es revisar los datos “duros” que se pueden cuantificar con números y nos arrojen un resultado real y “tangible” para realizar los ajustes necesarios y tomar decisiones para un nuevo periodo que normalmente arranca a inicio de año.
Por: María Luisa López Téllez
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