Los servicios financieros están siendo revolucionados a través de las tecnologías que ofrece el mundo digital.
Términos como “challenger bank” o “neobank” han comenzado a usarse cada vez más para referirse a plataformas digitales que compiten directamente con los grandes bancos a partir de productos sencillos, basados en la movilidad que permite la red, accesibles desde un smartphone y sin oficinas físicas ni la infraestructura tradicional.
Una de las razones por las cuales estas alternativas están teniendo una mayor aceptación, es su bajo costo, pues la tecnología les permite operar sin necesidad de grandes estructuras, sucursales y procesos complejos. Como resultado de esto, sus productos son asequibles, muchas veces sin comisiones; además, representan un gran aliado en tareas cotidianas como el pago de servicios o transferencias.
Otra de las características es que facilitan los movimientos y operaciones que suelen ser tediosas. Se trata de experiencias más directas; de hecho, un estudio global de consumidores reveló que los usuarios tienen altas expectativas en la personalización: seis de cada 10 quieren servicios más rápidos y fáciles.
Empresas como albo están usando los challenger banks para responder a estas expectativas, ya que su servicio funciona a través de una aplicación gratuita sencilla e intuitiva, que permite a las personas hacer uso inteligente de su dinero desde su smartphone y una tarjeta de débito Mastercard.
Por: Fernando Becrril
Reportero