Cinco escenarios que el Internet de las Cosas hará realidad

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Para que esto sea posible, es necesario que los operadores y proveedores de servicios de Internet adopten la tecnología requerida, para soportar los millones de dispositivos que día con día se sumarán al Internet de las Cosas.

Uno de los conceptos que ha cobrado más popularidad en los últimos años, es el llamado Internet de las Cosas o IoT, por sus siglas en inglés. Al escuchar el término, es inevitable pensar en “cosas” conectadas a la supercarretera de la información, sin embargo, no siempre logramos imaginarnos para qué. Estas son algunas de las cosas que ocurrirán en el futuro gracias al IoT.

Algo de historia
El término “Internet of Things”, fue acuñado por Kevin Ashton, director ejecutivo del Auto-ID Center del MIT, en 1999; sin embargo, la idea de conectar dispositivos para ser monitoreados o controlados remotamente usando Internet, nació mucho antes.

Hagamos memoria. En 1982, cuatro estudiantes de la Escuela de Ciencias de la Computación de la Universidad Carnegie Mellon, decidieron conectar la máquina dispensadora de refrescos de cola a la red de la universidad y ejecutar un programa en el servidor que monitoreara su estatus. De este modo, cualquier estudiante podía saber si valía la pena hacer el viaje hasta la máquina. Cabe señalar, que el tipo de solicitud de información usada para saber si existían refrescos disponibles, formaba parte de los protocolos de ARPANET (hoy Internet), por lo que el estatus de la máquina, ya legendaria, era también consultable remotamente, así que es válido considerar éste como el nacimiento del Internet de las Cosas. Más adelante John Romkey, graduado del MIT, creó el primer electrodoméstico operable vía Internet, un tostador que podía ser encendido o apagado usando el protocolo TCP/IP, mismo que causó furor durante el evento Interop en 1990.

¿Por qué hasta ahora?
En IoT, se le llama “cosas” a todo objeto, equipo, máquina, edificio, vehículo, animal, planta o persona capaz de conectarse a Internet de manera automatizada, y sin la intervención de un usuario. Naturalmente, no es lo mismo conectar una máquina de soda o un tostador a la red, que a miles de millones de objetos y personas simultáneamente. De hecho, en los albores de este concepto existía una limitación infranqueable: la cantidad de direcciones IP disponibles. Con la llegada del IPV6 en 2011, el límite dejó de existir, ya que el nuevo estándar admite hasta 340 sextillones de direcciones. Como lo explica Steve Leibson, miembro senior del IEEE, destacado ingeniero y articulista, -si la tierra fuera una esfera con una superficie plana de un átomo de altura, con IPV6 sería posible asignar una dirección única a cada uno de esos átomos y los de 100 planetas más-.
Un vistazo al futuro
1. Monitores de salud en tiempo real Gracias a IoT, sensores implantados en el cuerpo de una persona con enfermedad cardíaca, detectarán arritmias y otras alteraciones en tiempo real, las cuales una vez analizadas, podrán alertar al paciente de una inminente situación de emergencia incluso antes de que ocurra; asimismo, alertar a su cardiólogo y, de ser necesario, a una unidad de emergencia en caso de infarto. Lo mismo podría aplicarse en un futuro para personas con distintos tipos de padecimientos que requieran constante monitoreo

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Por: Mario Maldonado,

Director Regional Juniper Networks México

 

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