“Las compañías, usualmente, experimentan crecimientos o decrecimientos más agresivos durante las recesiones”.
De acuerdo con un estudio de Bain & Company, de las compañías mexicanas listadas en la bolsa de valores, aquellas que lograron un fuerte desempeño y salir fortalecidas de la crisis mostraron una tasa de crecimiento anual de 6% entre 2010 y 2019. En contraste, empresas con bajo desempeño mostraron una tasa de decrecimiento (-4%). Incluso sumando el impacto de la recesión y la pandemia (años 2007 a 2021) a esta muestra, se observa una marcada diferencia entre ganadores (creciendo 6%) y perdedores (0%).
Dicho estudio destaca que esta recesión tendrá particularidades que la distinguen:
- Creciente inflación que ha llegado a su punto más alto en 40 años.
- Riesgo en cadenas de suministro. La presión sobre éstas a nivel global se mantiene en niveles récord.
- Escasez laboral. Actualmente las vacantes superan la oferta laboral en una proporción de 1.5 veces en muchos países
- Creciente costo de capital. En Estados Unidos, las tasas de interés están experimentando los incrementos más altos en 22 años. Mientras que en países como México, han llegado al 10%, impactando directamente el costo de capital y aumentando el costo del refinanciamiento de deuda.
- Escasez de materias primas. Incrementando plazos de entrega un 70% por arriba de periodos previos a la pandemia, lo que impacta directamente a los ingresos y utilidad de las empresas.
- Agenda de ESG (factores ambientales, sociales y de gobierno corporativo). 65% de los inversionistas esperan que ESG se convierta en un elemento básico dentro de la agenda de las empresas en los siguientes cinco años.
Al respecto, Jordi Ciuró, socio de la consultora global, experto en Mejora de Productividad y Digitalización, comentó: “La aparición simultanea de estos factores ha hecho de la próxima recesión un punto de inflexión único y crítico para los ejecutivos. Las compañías, usualmente, experimentan crecimientos o decrecimientos más agresivos durante las recesiones, en comparación a periodos estables y por lo general, dicho desempeño, se mantiene en los años siguientes a la crisis”.
Este significa que las compañías necesitan aprovechar la crisis para acelerar su desempeño:
- Planificar escenarios pre-recesión.
- Mejorar la productividad de costos para invertir en los motores de crecimiento.
- Consolidar la estrategia de precios y manejo de portafolio.
- Reforzar buenas relaciones con clientes.
- Redoblar esfuerzos en resiliencia operativa y trazabilidad.
- Planear estratégicamente el presupuesto en CAPEX, I&D y fusiones y adquisiciones.