Es un área dentro de la empresa que se especializa en el cumplimento de normas
jurídicas, morales y financieras para evitar riesgos y generar buenas prácticas laborales.
Dentro de las prácticas empresariales modernas, no podemos dejar pasar, por ningún motivo, la supervisión del cumplimiento de todas las normas, leyes y reglamentos que, por muy complejas que sean o aparentemente sin importancia, resultan ser las más importantes; que con el tiempo pueden ser un verdadero dolor de cabeza para los grandes empresarios consolidados, así como para el emprendedor que comienza a dar sus primeros pasos en el mundo, fascinante y complejo del comercio de productos o servicios.
Compliance, precisamente significa, “cumplimiento”, sí, pero ¿de qué tipo de cumplimiento estamos hablando? Cualquier regulación, tanto interna (nacional) como externa (internacional) que pudiera afectar el correcto desempeño comercial, laboral, económico y estratégico de la empresa. Así, tenemos que es importante pensar y crear un departamento dedicado exclusivamente a la asistencia de la empresa en el cumplimiento de dichas regulaciones, entiéndase que dicho departamento debe atenderse por expertos en diferentes materias regulatorias, ajenos al departamento legal, administrativo, financiero o contable de la empresa.
Cumpliendo regulaciones
Es decir, el departamento de “Complience” debe velar por el correcto funcionamiento de la empresa, cumpliendo con todas las normativas que conlleven a la observación, no solo de las regulaciones legal y jurídicamente establecidas, sino lo que es éticamente correcto, creando políticas y procedimientos pertinentes.
Por: Lic. Javier Augusto Téllez Navarro
Socio director en el área de propiedad intelectual de Escudero Irra y Asociados, S.C.