Las crisis producen grandes líderes; la actual pandemia ha demostrado que también puede crear notables comunicadores.
La pandemia del Covid-19 ha enviado a casa a millones de empleados en todo el orbe para trabajar desde ahí de manera remota. Algunos de ellos ya conocían en qué consiste el home office, pero la mayoría se enfrenta por primera vez a esta circunstancia. Más allá de los recursos tecnológicos que cada organización ponga al alcance de sus empleados, la herramienta crucial es, desde el primer momento una comunicación clara y efectiva.
En primera instancia, un líder debe saber que durante una crisis como la actual, las personas tienen un deseo básico de contar con información confiable que las guíe y dote de sentido a lo que ocurre, y una de las fuentes donde buscan esa información de manera natural es su lugar de trabajo.
Ninguna empresa puede darse el lujo de descuidar su comunicación. Por el contrario, los directivos deben estar bien conscientes de que deben transmitir temas complejos a una diversidad de audiencias en un momento inusualmente difícil.
Suele decirse que las crisis producen grandes líderes; la actual pandemia ha demostrado que también puede crear notables comunicadores. Los siguientes puntos se encaminan a ello:
• Definir prioridades. Al inicio de la crisis, el líder debe establecer las prioridades y compartirlas con su equipo. Esto incluye instrucciones sobre cómo operar, ajustarse a los cambios, organizar el tiempo libre, las horas extras, qué plataformas de comunicación están disponibles. Es importante gestionar metas, más que actividades.
• Comunicar de manera clara y sencilla, a menudo. Es esencial repetir, repetir y repetir el mensaje clave, y que este sea simple, puntual y orientado a la acción.
• Dar a la gente la información que necesita, cuando la necesita. Durante una crisis, las necesidades comunicativas de la fuerza de trabajo van evolucionando, por lo que el mensaje también debe hacerlo. Un líder requiere estar muy consciente de la etapa por la que atraviesa su equipo, así como visualizar distintas maneras de informar lo necesario.
• Delegar y empoderar. No es un momento para centralizar la toma de decisiones. El líder delega e informa las prioridades colectivas. No todos los mensajes tienen que venir del director general, pero sí coincidir en los puntos clave.
• Ser honesto, empático, claro y sencillo. El equipo siempre debe ver al líder como una fuente confiable. Todo plan de comunicación debe contemplar que lo importante no es tanto lo que se diga, sino que se comprenda lo que se ha dicho. Conviene, en este sentido, aplicar la regla del 10x10x10: decir algo 10 veces de 10 diferentes maneras para que la audiencia retenga al menos 10 por ciento del mensaje.
• Reunirse de manera regular con ayudas visuales y reglas. Para que las reuniones sean eficientes es importante establecer su frecuencia, canal y horario. Es conveniente usar un formato visual como Skype o FaceTime, más que por teléfono. Dependiendo de la naturaleza del trabajo, esto puede empezar con una reunión matutina de no más de 15 minutos para que la gente informe en qué trabaja y qué necesita.
Por: Editorial Amedirh