Desarrolle métodos para la planificación y ejecución del proceso de comunicación en beneficio del personal en la empresa. Las estrategias y acciones a cargo de la función de Recursos Humanos son tan importantes como la comunicación y promoción que se requiere para amplificar su efecto. No obstante, pareciera que hay una debilidad al respecto y olvidamos generar el eco suficiente cuando tenemos logros y éxitos en el área. ¿Qué podemos hacer?
Comunicar con intencionalidad
Actúe de forma deliberada e intencionada. Esto significa que la comunicación y promoción de RH no puede ni debe dejarse en manos de la casualidad o en alguien con notoria inexperiencia. Tal como señalara Paul Watzlawick, eminente teórico y estudioso de estos procesos sociales, “la realidad es que comunicamos incluso cuando no queremos o no estamos conscientes de hacerlo”.
Luego entonces ante esta aproximación, lo recomendable es tomar el control completo de los elementos que entran en juego durante el proceso de comunicación. Para ello, podemos comenzar por hacernos algunas preguntas clave como las siguientes:
– ¿Cuál es el perfil de la audiencia?
– ¿Qué deseamos comunicarles?
– ¿Qué buscamos que comprendan los receptores?
– ¿Cuáles son las palabras y la construcción verbal que se requiere para lograrlo?
– ¿Cuáles apoyos visuales facilitarán la recepción del mensaje?
– ¿Cómo nos aseguramos de que el mensaje es claro?
– ¿Qué reacciones emocionales o racionales esperamos en la audiencia?
– ¿Cómo garantizar que el mensaje llegará de forma efectiva, suficiente y oportuna?
– ¿Cuáles son los efectos adversos que pudieran presentarse?
– ¿Qué medidas correctivas implementaríamos para mitigar estos efectos?
La información que obtenemos a partir de estas, entre otras interrogantes, nos ayudará por principio de cuentas a desarrollar mayor certidumbre sobre el método de trabajo en la planificación y ejecución del proceso de comunicación; y además, a mejorar los resultados porque estaremos siendo muy intencionados.
Comunique con objetivos
Antes de lanzarse a preparar un correo electrónico o un boletín o hasta una lona dirigida a toda la organización, hay que pensar de forma concienzuda cuáles son los propósitos que guiarán cualquier ejercicio de comunicación. Para ello, es recomendable tener presentes las siguientes categorías de objetivos:
•Conocimiento: Son aquellos que buscan poner en contacto a la audiencia con los atributos que definen y diferencian a un objeto. Por ejemplo, cuando deseamos que los colaboradores se enteren de la existencia del plan de compensación y beneficios, qué es y qué prestaciones lo componen.
•Comprensión: Son los objetivos que guían a la producción y comunicación de mensajes con la intención de que las personas profundicen en el funcionamiento de algo. Por ejemplo, contenidos que explican cómo opera el plan de compensación y beneficios.
•Aplicación: Son aquellos que orientan la construcción de mensajes que demuestran o enseñan qué es lo que debemos hacer para que algo funcione o se ponga en marcha.
•Atribución: Son los objetivos que están diseñados específicamente para posicionar en las personas un significado. Por ejemplo, cuando preparamos un mensaje diseñado para que la gente se forme una imagen mental, una idea, un concepto muy claro sobre algo.
•Recordación: Son objetivos de comunicación que, basados en la alta frecuencia de repetición de los contenidos, consiguen posicionar en los primeros lugares de la memoria los mensajes difundidos.
•Interacción: Objetivos que persiguen como meta una acción concreta por parte de las personas. Por ejemplo, hacer, consultar, dar click, visitar, asistir, visualizar un video, etc. demuestran o enseñan qué es lo que debemos hacer para que algo funcione o se ponga en marcha.
Desarrolle y cultive una imagen
La comunicación y promoción de RH y sus principales acciones, también requieren de apoyos visuales que faciliten la recepción en la audiencia. Apoyados en el diseño gráfico, los mensajes deben contar con textos sencillos, claros y congruentes con un objetivo. A su vez, será relevante que la propuesta visual enriquezca el contenido en su conjunto. Al respecto, considere:
• Reforzar la comunicación gráfica con el logo o marca corporativa de la empresa.
• Contar con un logo o marca corporativa de RH.
• Utilizar los colores autorizados en el manual de identidad gráfica.
• Diseñar propuestas gráficas que sorprendan por su capacidad para captar la atención de la audiencia.
• Pensar en que la propuesta gráfica debe sumarse de manera integral a la experiencia de comunicación y promoción.
No siempre es sencillo desarrollar una marca específica para un área funcional en las empresas. Sin embargo, se puede buscar un elemento identificador que de manera consistente, permita que la audiencia reconozca que se trata de un tema, en este caso de RH. Puede ser un color o un elemento gráfico específico, aunque no necesariamente se trate de un logotipo.
Por: Editorial Amedirh.