Prioridades de la alta dirección porque de ello depende la evolución y permanencia del negocio, el logro de objetivos estructurales de crecimiento empresarial, la productividad y la rentabilidad.
Las principales economías del mundo y las que se encuentran en vías de desarrollo se han integrado progresivamente a lo que se conoce como Revolución 4.0. Es decir, aquella en la que prevalece la interacción de las personas con la inteligencia artificial y los grandes volúmenes de información.
En este marco, la transformación del trabajo ha venido de la mano de la automatización de los procedimientos y la digitalización de bancos de datos que sirven para generar nuevos modelos de negocio, producción, servicios, educación y empleabilidad.
Es en medio de este escenario donde la función de Recursos Humanos tiene una nueva oportunidad para desempeñarse de manera estratégica dentro de la organización. “En todas las épocas ha sido necesario crear y mantener conectada a la gente con el objetivo propio de una organización”, asegura Mauricio Reynoso, Director General de la Asociación Mexicana en Dirección de Recursos Humanos. “Desde luego, la propia conceptualización del trabajo ha cambiado dramáticamente, pero no por ello la necesidad de pertenencia que hay en la gente y por tanto la afiliación, compromiso y lealtad que llega a experimentar hacia la misión del equipo”, señaló.
Desde esta perspectiva, los centros de trabajo son más que estructuras diseñadas y establecidas únicamente con fines de productividad y rentabilidad. En el sentido contemporáneo son espacios donde los seres humanos encuentran la oportunidad para desarrollarse en diversas dimensiones y aspectos.
Pertenecer y conectarse
Aunada a la seguridad, pertenecer constituye una de las necesidades fundamentales del individuo. A lo largo de la vida, la familia, la escuela, la comunidad y el centro de trabajo brindan al ser humano esos espacios para experimentar la fuerza de la conexión y la posibilidad de sentir identidad, lealtad y compromiso.
Por: Amedirh