Las empresas siguen tratando de contrarrestar el arquetipo generacional frente al desarrollo laboral para motivar y asegurar el desempeño, pero sobre todo, el sentido de pertenencia. Mucho se ha escrito sobre el comportamiento de los Millennials al ser la mayor población en las empresas, pero seguir hablando del comportamiento, intereses y forma de pensar de esta generación, hace necesario retomar qué pasó y qué está pasando.
La generación X como antecesora de los Millennials y predecesora de los Baby boomers, se caracterizó por ser una generación independiente, con marcada resistencia a sus antecesores, así como preocupada por el equilibrio familia- trabajo. Su estructura de pensamiento y experiencias de vida, en donde fallar no era una posibilidad, le llevó a planificar todo a su alrededor, convirtiéndose en los facilitadores de las nuevas generaciones, entre los que se encuentran los denominados bebés especiales o Millennials.
Fue la generación X la que promovió que los programas educativos incluyeran elogios y reconocimientos para premiar el avance de los alumnos, sin importar cuánto hubieran logrado, fue así como entre premios, elogios y reconocimientos los Millennials crecieron.
En el contexto creado por la generación X hubo avances importantes en la formación, como niños conscientes de la igualdad, derechos y recompensas; pero el exceso de un todo elimina la posibilidad del equilibrio y con el tiempo esos niños se convirtieron en jóvenes con falta de independencia, limitadas herramientas interpersonales de autoconciencia que les ayude a ser productivos en ambientes multidisciplinarios, así como una alta dependencia a los estímulos externos para alcanzar la felicidad.
Una ecuación no resuelta en la primera década del 2000, se convirtió en un gigante que integra más factores en el 2020. Por otra parte, las nuevas generaciones como la generación Z, vienen empujando con un gran sentido de urgencia, haciendo más complicado contrarrestar el arquetipo generacional; porque mientras los Baby boomers activos están dispuestos a correr un kilómetro más, no confían en el liderazgo de la generación X, y los Millennials necesitan de un líder que los guíe. La generación X se enfrenta a una generación con amplio dominio tecnológico, mayor consciencia social, comprometidos con los efectos de tomar malas decisiones, es decir, una generación que va con todo y no necesita de la aceptación para cambiar el estado actual y disminuir costos en todo, la generación Z.
Con un escenario tan preciso, se deben tomar medidas para contrarrestar las preocupaciones de los líderes, pero sobre todo para crear conciencia en quienes ocupan actualmente el liderazgo…
Por: Patricia Bernal,
Directora Asociada y Líder en la práctica de Aprendizaje y Talento.
Techshare México.