Las tecnologías emergentes se posicionan como un nuevo factor de producción.
En un mundo donde la pandemia, sismos y asteroides amenazan la sobrevivencia de la economía tradicional, las FinTech dan esperanza al ofrecer algo de luz al final del camino.
Los estragos de la pandemia y desastres naturales ponen en jaque y de manifiesto la fragilidad de nuestra sociedad. Tan solo en México, a tres meses de que la OMS caracterizara al Covid-19 como pandemia, los efectos para la economía se perciben como catastróficos, han provocado que se pierdan más de un millón de empleos formales, de acuerdo con cifras oficiales. Lo anterior, sin contar el impacto para el sector informal que, previo a la contingencia, aportaba al menos el 25% del PIB.
Infortunadamente, nuestra sociedad y su crecimiento económico ha estado basado en los factores clásicos de producción, así como años y años de evolución monetaria y capitalismo exacerbado, que marcaron la pauta en la construcción de negocios, en donde la teoría de la escases era el determinante del crecimiento económico.
La sana distancia, la parálisis de la movilidad y comercio internacional resaltaron la vulnerabilidad del modelo, generando una situación que pa- reciera ser insostenible. El “nuevo normal” ha traído consigo cambios radicales y retos para los que la sociedad definitivamente no estaba preparada.
Con base en lo anterior, las tecnologías emergentes se posicionan como un nuevo factor de producción, ya que, con el uso de estas tecnologías, se pueden realizar actividades laborales a una velocidad mucho mayor, imple- mentando incluso tareas que serían imposibles de realizar para seres humanos.
Negocios basados en tecnología y finanzas
En tiempos de crisis generalizada, las oportunidades que dan las ventajas anteriores, han sido explotadas por nuevos modelos de negocio basados en tecnología y finanzas, donde los empresarios FinTech han logrado crecer en tres meses lo que tenían proyectado para cinco años, posicionado a México como el líder indiscutible de Iberoamérica en el sector.
De acuerdo con el nuevo mapa del FinTech Tour que explora el Ecosistema Fintech Mexicano, realizado por la empresa que represento, en el país existen más de 640 entidades activas en el sector de tecnologías financieras, siendo la Ciudad de México la entidad dónde se localizan más empresas, con un total de 443 compañías, el 69.1% del total a nivel nacional.
El increíble crecimiento de las FinTech obedece a múltiples razones como: el potencial de tener a sana distancia más de 129 millones de personas como usuarios; la alta introducción de telefonía celular e internet, con 73.5% y 71% de la población, de acuerdo con cifras del INEGI y la Asociación de Internet, respectivamente; así como al increíble talento de los miembros del ecosistema y, la existencia de la “Ley FinTech”, la cual ha sido digna de elogios a nivel internacional y tomada como un gran referente de cómo impulsar el desarrollo de la tecnología financiera en el mundo.
Nuestro país se está convirtiendo en un hub de innovación tecnológica y financiera que dota a los mexicanos con inclusión financiera, desarrollo económico y redistribución de riqueza que se traducirá en una nueva generación de empresarios mexicanos millonarios.
Pareciera que lo anterior es improbable e incluso imposible en un país en vías de desarrollo, azotado por la realidad aplastante, pero cuando se analiza el origen de la riqueza de los hombres más ricos del mundo, te das cuenta de que del top 5, cuatro de ellos han amasado su fortuna gracias a modelos de negocio basados en tecnología o finanzas.
Por: Carlos Valderrama,
Socio fundador de LegalParadox®