“Como empresarios estamos obligados a crecer, dicho de otra manera, no es mala idea crecer si queremos evitar nuestra desaparición”.
Para el empresario mexicano crecer y mantenerse en esta industria es sumamente importante; consientes de ello, se integra la infraestructura y obra de nuestro país, en uno de los sectores más importantes, el de energía. Aquí la infraestructura es pieza clave para el desarrollo y aumento de la producción, así como la integración de nuevas formas de generar más y mejores energías; es por ello que me permito compartirles dos puntos de introducción importantes:
El marco del sector
2019 prevé retos para la industria de la construcción. A la vista, la entrada de la nueva administración destaca planes y programas de desarrollo de los nuevos jugadores de la “Reforma Energética”, la planeación sustentada en la inversión local y foránea; además de la reactivación de obra pública bajo una correcta planeación. Todo esto enfocado a la construcción de obras de ingeniería civil, obra pesada y el impulso del desarrollo de infraestructura en nuestro país, según el estudio “Situación y Perspectivas de la Industria de la Construcción en México para el 2019”*, el cual indica que en 2018 la industria creció un 2.1% y se espera para el 2019 un crecimiento del 2.5% (basado en el Producto Interno Bruto nacional en periodos comparativos según trimestres).
El constructor mexicano El constructor en México, consiente de los retos que la industria solicita, es un empresario que remarca en cada charla la crisis en el sector energía, la falta de proyectos que se integran en la parte local por asignaciones por estados y municipios, así como la falta de equidad y honestidad para obtener contratos.
Definitivamente el empresario constructor mexicano tiene como objetivo crecer en una industria sobre saturada de proveedores y con menores oportunidades de negocios para mantener la demanda de proyectos de infraestructura.
Estas situaciones lo han llevado a una visión diferente a la hora de pensar en la búsqueda de proyectos, asumiendo que el esperar solo a Pemex o CFE, al gobierno local o estatal para obtener proyectos no es opción, generando una tendencia masiva en buscar nuevas oportunidades, fortalecer su estructura organizacional y hacer más con menos recursos. No solo piensa en ser más competitivo, sino en ser más estratégico.
Con este breve marco local y con la visión del empresario constructor mexicano que está en el sector energía. presento este artículo.
¿Por qué cuatro tendencias?
Porque tener visión y enfocar esfuerzos a resultados está ligado a poder percibir las tendencias, y con estas resolver a favor o en contra la incertidumbre que se generaliza en nuestra industria.
La incertidumbre es uno de los factores con el que inversionistas y empresarios nos enfrentamos todo el tiempo, donde la capacidad de discernir con la información que tenemos frente a la incertidumbre alrededor de nuestras acciones integra las decisiones finales que marcan el rumbo de las empresas.
Por: Ing. Ricardo Ortega López, Director para Oil and Gas Alliance, agrupación enfocada para el desarrollo de negocios en el Sector Energía.