La pandemia ha puesto el mundo laboral al revés, por lo que nuevas investigaciones y recomendaciones muestran como se puede establecer dicha cultura y por qué será importante.
La cervecita después del trabajo con compañeros, chismes al lado de la máquina de café o del dispensador de agua, o simplemente una pequeña charla en el pasillo, -todos- síntomas de una cultura laboral en funcionamiento, han sido víctimas del nuevo coronavirus y las medidas para combatirlo; aunado al trabajo con tiempo de actividad extremadamente corto, y siempre que sea posible trasladado a cuatro paredes.
En los tiempos antes de Covid, se ha dicho que no es importante para una cultura de trabajo funcional, que los empleados estén en el mismo lugar: “Permanecer en el mismo edificio no tiene ninguna conexión garantizada entre los empleados”. En lo personal, tengo otras experiencias.
La presencia física va reemplazada por la cultura laboral
Es posible y habitual sentirse solo y aislado en un mar de compañeros. También es posible y habitual sentirse bien recibido y conectado sin haberse conocido personalmente. Aquí es donde entra en juego la cultura laboral: los empleados bien integrados y comprometidos son más felices, lo que en realidad como ventaja debería ser suficiente. Pero, por supuesto, si los empleados están satisfechos con su trabajo, finalmente son más productivos.
El aislamiento mencionado anteriormente, debe evitarse a cualquier precio. La clave para esto es el desarrollo de una cultura corporativa próspera en la que los miembros del equipo se sientan reconocidos, valorados y comprometidos individualmente.
Esta cultura ahora debe llevarse al nivel digital. Porque ahora que los empleados ya no se comunican en la oficina, sino –principalmente- a través de la cámara web o el teléfono, reemplaza el espacio de la oficina.
Para llevar esto a cabo, los siguientes cinco puntos son importantes:
1.Defina la cultura del equipo con palabras clave y valores.
El primer paso para construir una cultura sólida es alinear la visión, misión y valores fundamentales. Esto se aplica a todas las empresas.
Si es así, esta es una oportunidad para repensarlo y asegurarse de que la propia marca y los empleados sean bien atendidos.
2.Observe la cultura en acción, reuniones y conversaciones.
Muchas veces, los objetivos de la cultura corporativa quedan atascados en un poster de motivación, y apenas se notan en el trabajo diario. Para activar una cultura, no se debe esperar a que los empleados sientan milagrosamente los valores de la empresa cuando se unen al equipo. También deben participar en discusiones sobre cultura.
3.Cuando uno ya no depende de las señales ambientales de las personas que se encuentran en el mismo espacio físico, los gerentes deben ser más conscientes de ayudar a los miembros del equipo a sentirse valorados e incluidos. Hacer las preguntas correctas y comprender el comportamiento virtual es de suma importancia para el éxito, como envideoconferencias, llamadas telefónicas o hasta en correos electrónicos.
La mentalidad de los gerentes tiene que priorizar la confianza y la promoción del colaborador.
4. En un entorno virtual, el liderazgo adquiere una nueva forma. En lugar de simplemente monitorear la productividad, los gerentes deben enfocarse en los resultados y apoyar la productividad a través de la confianza, comunicación y expectativas claras.
Sería ideal que los supervisores empoderen a las personas y las responsabilicen para hacer su mejor esfuerzo, mientras que los gerentes se enfocan en el éxito y desarrollo…
Por: Ingeniero Empresarial, Emanuel Kramer,
Fundador de Kramer Consulting International.