Desaceleración económica en periodo electoral, ¿Mito o realidad?

Incertidumbre económica en un año electoral
¿Cuál es la reacción que debemos tener?, el escenario es complejo y la orientación del mismo es más hacia un escenario pesimista que optimista.

La información que a continuación se presenta, es responsabilidad exclusiva de los entrevistados. Es importante recalcar que Revista Consultoría la ofrece como un análisis de opinión e informativo a sus lectores.

Para México, 2018 es un año de cambios económicos, políticos y sociales. Al ser un año electoral, la economía del país se desacelera; aunado a esta problemática que acarrean las elecciones presidenciales, se detienen las renegociaciones del Tratado de Libre Comercio de América del Norte, (TLCAN), lo que provoca incertidumbre en los mercados financieros.
Si bien es cierto que con la llegada de Trump a la presidencia del país vecino en 2017, hubo una preocupación generalizada por la supuesta arbitrariedad de sus políticas; lo cierto es que nuestro país seguía desarrollando sus operaciones en todos los sectores de la industria de manera normal. En este año de elecciones presidenciales, podemos hablar de incertidumbre, ya que es cierto que tendremos que afrontar las alternativas de los sucesos prósperos y adversos que vivirá nuestro país.

Revista Consultoría en esta ocasión le presenta la visión de dos especialistas en el tema: Dr. Darío Ibarra Zavala, Subdirector Académico del Centro Universitario UAEM, Nezahualcóyotl y el Mtro. Ramón Martínez Juárez, Catedrático de la Escuela Bancaria Comercial, EBC; quienes nos hablan de la percepción que tienen sobre el panorama económico general en el que se encuentra nuestro país, así como lo que enfrentarán las empresas en un año electoral.

Un escenario crítico
En 2017, México cierra su segundo semestre del año con cambios importantes, en donde fueron varios los indicadores que marcaron la pauta a lo que acontecerá en este año. Temas como la inflación, la volatilidad cambiaria y la volatilidad en los precios del petróleo, ponen en un escenario crítico el 2018, porque son elementos que de alguna manera van a impactar los procesos y que van a hacer que nuestra economía se vaya a desacelerar.

En palabras del Dr. Ibarra Zavala: “En los últimos treinta años por lo menos, la economía mexicana ha crecido a tasas inferiores a 1% en términos per cápita, esto es por habitante, no se han hecho cosas distintas, por lo tanto, lo esperado es que la economía no repunte, es decir que vamos a seguir dando pasos para adelante y para atrás.

Esto desde una perspectiva de logros de mediano y largo plazo. En el corto plazo no debemos olvidar que nos encontramos en año electoral, muy probablemente va a provocar que los gobiernos de los estados incrementen el nivel de gasto y la economía podría tener algún ligero crecimiento, alimentado precisamente por este nivel de gasto público, pero tampoco creo que podamos tener un crecimiento espectacular (mayor al 2%) inclusive en este año, ya que en este momento el gasto público está más controlado. Mi pronóstico es que vamos a regresar a los niveles de inflación que hemos tenido en años previos, muy probablemente no vamos a llegar a un nivel de 3% o 4% en 2018, pero si me atrevo a pensar que podremos estar a niveles cercanos a 5%”.

Por su parte, para el Mtro. Martínez Juárez, la visión no es tan diferente. El Plan de desarrollo económico que se planteó en este sexenio, apuntaba que el país iba a crecer a niveles del 5%, el plan empezó a crecer pero por niveles debajo del 2%.

“El tema de una Inflación que si bien se venía moviendo y ajustando ante el primer semestre del año, era natural que derivado de las modificaciones en los precios y la desaceleración económica que vivía nuestro país, iba a verse reflejada al final del año en un impacto importante; entonces el tema inflacionario y el incremento en los precios, generó que de alguna manera el cierre de año no fuera tan dinámico desde el punto de vista de la propia operación del desarrollo económico.

Todas las expectativas que se tenían de crecimiento no se dieron. Temas inflacionarios, la volatilidad cambiaria, la volatilidad en los precios del petróleo y sobre todo los temas relacionados, hacen que nuestro 2018 se vea en un escenario complejo. La Reforma Fiscal de EUA y la renegociación del TLCAN son elementos que hacen que nuestro país tenga la obligación de buscar mecanismos a través de política monetaria y a través de mecanismos de incentivos o de propuestas fiscales para poder contrarrestar estos efectos. Estos tres elementos nos ponen en un escenario muy crítico este año, ¿Porqué?, porque son elementos que de alguna manera van a impactar en un proceso y van a hacer que nuestra economía se vaya a desacelerar”.

Política monetaria
Es cierto que la política monetaria puede esperar una mayor volatilidad del peso en los mercados financieros, aunque el peso fue una de las monedas con respecto al tipo de cambio que más se apreció ante al dólar, esto debido a un dinamismo inercial de la economía. Lo que sí es preocupante es que al no contar con un Plan de Desarrollo Económico, reflejará incertidumbre en los mercados, lo que puede impactar en la salida de capitales, de capital de inversión extranjera de manera directa, que en consecuencias se verá reflejada en una presión sobre el tipo de cambio. Con base a esto, el Catedrático de la EBC opina:

“Veremos indicadores volátiles y una política monetaria en donde tendremos que ver cómo hacer más atractivo nuestro país, esto para tratar de minimizar el impacto en la salida de inversión extranjera directa. La inflación tenderá a ajustarse, porque el mismo encarecimiento del crédito va a hacer que el consumo interno empiece a disminuir e igual limitará la demanda. Los precios se empezaran a mantener, ya que no hay tanta demanda de productos y servicios, eso en consecuencia no permite que los créditos y los precios crezcan de manera importante, lo cual eventualmente hará que los factores inflacionarios tenderán a ajustarse”.

Con respecto al cambio financiero del presente año, se tendrá que afrontar de manera certera o no. Asimismo, se espera que el PIB tenga un crecimiento de forma moderada por arriba del 2%, de manera generosa en un 2.5%. La política monetaria probablemente no va a cambiar, más bien se manejaría como una restricción monetaria, ya que las tasas de interés seguirán bajo juego para tratar de controlar la inflación. Ante esta situación, el Subdirector Académico, Darío Ibarra responde:

“La política monetaria está todavía por verse, el Banco Central finalmente se decide a utilizar la política monetaria para generar crecimiento económico, aquí ocurre una situación curiosa, en Estados Unidos el sistema dolarizado federal tiene dentro de sus objetivos fundamentales el tener estabilidad de precios y generar crecimiento económico. El Banco de México no solamente tiene como prioridad y objetivo el tener estabilidad de precios, consecuentemente dudo que como están las cosas en este momento, la política monetaria pueda ser ocupada como instrumento para generar crecimiento económico.

El dinero si impacta en la economía, el Banco Central de Inglaterra ha reconocido públicamente que la banca privada puede crear dinero, puede incrementar la oferta monetaria, el Banco Central de México difícilmente reconoce esto, toma solamente la base monetaria que vincula directamente con la inflación y esa visión está cambiando, sin embargo, va a pasar algún tiempo, entre tres
y cinco años posiblemente antes de que los economistas del Banco de México puedan cambiar esta visión”.

Por: Dr. Darío Ibarra Zavala

        Subdirector Académico del Centro Universitario UAEM, Nezahualcóyotl

        Mtro. Ramón Martínez Juárez

         Catedrático de la Escuela Bancaria Comercial, EBC

 

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