“Esta economía ha dejado de ser una tendencia o moda, y se está convirtiendo en todo un exitoso modelo de negocios.”
Hace unos días un buen amigo mío se casó y se mudó a su nuevo hogar. Una vez llegado el momento de ayudarle a poner repisas, no contábamos con las herramientas para colocarlas (nivel y taladro). Al no conocer a los vecinos; no nos quedó de otra más que ir de urgencia a una tienda especializada en el hogar para comprar un taladro y lo necesario para poder colocarlas. Fue entonces cuando pensé en el tiempo que en realidad iba a usar este taladro; y aunque ustedes no lo crean, existe un estudio que se realizó en Estados Unidos que brinda estos datos.
Aparentemente, la media de uso de un taladro eléctrico en el país norteamericano está en torno a 13 minutos, y sin embargo un enorme porcentaje de la población tiene una de estas herramientas, junto con muchas otras que pueden estar cerca de esa media.
Compartiendo y reutilizando
Bastante interesante este dato, pero lo que realmente importa de todo esto es ¿Qué hacer con todas esas herramientas y demás artículos en casa que solo ocupamos una vez en la vida y después nos olvidamos de ellos? Esta cuestión tomó fuerza con la crisis económica del 2008 con la “Psicología de la austeridad”, unido a nuevas tecnologías y mecanismos para facilitar el compartir y reaprovechar bienes y servicios, lo que ha generado la oportunidad en torno al negocio de compartir y reutilizar. En pocas palabras, de 2008 para acá, sino es que antes, varias empresas que iniciaron como un modelo de negocios totalmente nuevo pero conocido “trueque”, se dieron cuenta de que, si bien es cierto la austeridad había llegado, se podían compartir muchos de los artículos que tenemos en casa o incluso la casa misma para generar utilidades. Empresas como Uber, Airbnb, Blablacar, Spinlister, Limpieza Total o eBay aprovecharon la tecnología para hacerlo realidad. Estas empresas, con las nuevas tecnologías y la oportunidad que nos da el acceso a Internet abrieron sus puertas al mundo y advirtieron que la masividad en la oferta de los servicios y/o productos podría ser exponencial. Éstas te ayudan a rentar un chofer privado en un coche de lujo, encontrar una casa, departamento o cuarto en cualquier parte del mundo, así como vender, comprar o subastar artículos en línea, desde juguetes hasta objetos muy específicos como computadoras o herramientas de precisión; también te permiten rentar por horas servicios de limpieza doméstica, albañilería y/o plomería, rentar o prestar herramientas de todo tipo, etcétera y todos estos servicios y productos a precios muy por debajo de lo que existe en el mercado común. ¿Por qué? Porque no son más que plataformas que ayudan a que los vendedores encuentren a los compradores de manera más fácil y práctica, quitando de encima todos esos intermediarios que encarecen lo que se está vendiendo.