Un título de educación superior mejora los resultados en el mercado laboral en comparación con niveles educativos más bajos.
Tener acceso a estudios de nivel profesional, ayuda a mejorar la calidad de vida y a tener mejores oportunidades laborales. Por ello, donde hay una ágil transformación de los puestos de trabajo y se demandan competencias laborales cada vez más específicas, los programas de educación superior de ciclos cortos cobran mayor relevancia.
Como señala el informe “Educación Superior en México: Resultados y Relevancia para el Mercado Laboral”, realizado por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) un título de educación superior mejora los resultados en el mercado laboral en comparación con niveles educativos más bajos, ya que permite a los egresados una mayor participación en el mercado laboral y percibir mejores salarios[1].
Sin embargo, el mismo informe revela que, en la última década, casi la mitad de los empleadores alertaron sobre la falta de competencias laborales en sus colaboradores y consideraron que la educación y formación de los solicitantes no se adecua a las necesidades de sus empresas. Los trabajadores jóvenes ahora se enfrentan a dos problemas de gran importancia, la informalidad y la sobrecalificación, temas que se identifican con el uso deficiente de las competencias adquiridas.
De ahí, la relevancia de desarrollar programas de estudio que verdaderamente cubran con las necesidades del mercado laboral y que permitan la incorporación de nuevo talento operativo, con una curva de aprendizaje menor a la estimada, ya que desarrollar estos modelos puede ser la clave para cerrar la brecha entre talento capacitado y las demandas laborales de las empresas.
En este contexto, Tecmilenio creó el Instituto Profesional Tecmilenio, y el nuevo nivel académico “Profesional Asociado” que ofrece carreras cortas de dos años de duración, con certificados enfocados en el desarrollo de competencias para la empleabilidad.
“Incrementar la calidad de la educación superior debe ser una prioridad para las universidades. Para Tecmilenio lo ha sido desde sus inicios, por eso impulsamos programas de educación superior de ciclos cortos co-creados con empresas, que permitan asegurar el desarrollo de competencias necesarias para el mercado laboral en nuestros estudiantes”, comentó Diana Armendáriz, directora del Instituto Profesional Tecmilenio.
Gracias a las carreras de ciclos cortos, los estudiantes podrán desarrollar y mejorar habilidades como comunicación efectiva, aprendizaje autónomo, trabajo en equipo, enfoque sistémico, resolución de problemas, entre otras, que les permitan acceder a mejores oportunidades laborales y económicas, en un periodo menor a las carreras universitarias tradicionales.