
Influir en los colaboradores, sin considerar el futuro mediato y sin apreciar los efectos de nuestra forma de dirigir en la gente y negocio, al final pueden dejarnos fuera de la competencia. Desde hace un tiempo, es claro que un periódico impreso ha dejado de ser atractivo para la mayoría de los nuevos y antiguos lectores de noticias; independientemente de que la editorial propietaria haya mejorado aspectos de diseño, contenido, logística, entrega y precio. En realidad, a la mayoría de los usuarios simplemente no les interesa ya esa propuesta, por lo tanto, mejorar esa oferta solo por encima, sin cambiar de fondo, hace improcedente o infructuoso tal esfuerzo. Sin más, el cliente ya está usando una alternativa más contemporánea que supera por mucho la idea de un periódico impreso. El mundo cambió drásticamente y para algunos, triste y sorpresivamente.