“El empresario es el personal más escaso en muchas empresas.”
En la actualidad, ser emprendedor parece estar de moda y mucho se habla incluso de que emprender es un reto y cada vez más, conocemos historias motivadoras de personas que en el garaje de su casa iniciaron un proyecto empresarial. Estas historias se comparten en artículos, reportajes y conferencias con el sano objetivo de que otras personas vean que emprender es posible para todos aquellos con perfil emprendedor. Sin embargo, en muchos casos, no conocemos que pasó después de superar el reto de emprender. Para comenzar con este tema es importante distinguir que no es lo mismo ser emprendedor que ser empresario. Esto es relevante porque como país estamos haciendo muchos esfuerzos para incentivar que cada vez más personas emprendan, y está perfecto hacerlo, pero no es suficiente, hay que lograr que más emprendedores pasen a ser empresarios y que además perduren en el tiempo.
El emprendedor
Un emprendedor es una persona que tiene iniciativa y que está dispuesta a correr riesgos para poner en marcha un proyecto que implica cierta dificultad, lo cual representa un reto. Entre las características más importantes del emprendedor es que es alguien visionario, con iniciativa, creativo, dispuesto a correr riesgos, persistente, con alta autoestima, orientado a resultados, con determinación y coraje para enfrentar lo que implica el reto de emprender. Para ser emprendedor no importa la edad ni el sexo; hay historias encantadoras sobre niños, jóvenes, adultos, personas con discapacidad, adultos mayores, mujeres y hombres que un día iniciaron esta motivante actividad de emprender y que inspiran a otros emprendedores para hacerlo. En los últimos años, el número de empresas en México no tiene un crecimiento significativo pese a este movimiento nacional para que más personas decidan emprender. Hoy en día las cifras oficiales dicen que existen cuatro millones 926 mil empresas, menos empresas que en 2013, según datos oficiales que indicaban que eran cinco millones 144 mil empresas, obviamente esta diferencia es la que resulta de las que se crean, menos las que cierran, y es evidente que estamos en números rojos. Ante este panorama, ¿qué podemos hacer? Es cierto que hay que mejorar las condiciones económicas que favorezcan la creación y crecimiento de las empresas, pero hay que tener presente que el factor vital para que las empresas crezcan y se consoliden, es el empresario. Hace muchos años un amigo nos decía a menudo: “no hay malos negocios, hay malos administradores”. Cada vez que pienso en esta frase creo que es más vigente. Por esta razón, hoy nos enfocaremos a resaltar las características de un empresario.
El empresario
Pensemos en uno de estos emprendedores que un día decide poner en marcha su proyecto de empresa y al paso de los años, este negocio crece y aunque suene a broma la frase: “le crecieron los enanos al circo”, el crecimiento de una empresa implica nuevos retos, a los que nuestro amigo emprendedor no siempre está preparado. Hay muchos cursos, talleres y actividades para despertar el “espíritu emprendedor” y en muchísimos casos el objetivo se logra, las preguntas entonces son: ¿Qué hacemos ahora con el espíritu emprendedor despierto? ¿Cómo lo mantenemos despierto? ¿Cómo hacer que se fortalezca y se convierta en espíritu empresarial?… Son nuevos retos en esa transición de emprendedor a empresario.
Mtro. Alejandro Mancera Rodríguez,
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