Espacios públicos y abiertos se entretejen
Integrar el paisaje natural con las construcciones suena fácil, pero ¿realmente es tan sencillo? Para responder a esta interrogante, conversamos con el Arq. Plutarco J. Barreiro, quien nos dijo que es necesario abrir los espacios de la arquitectura, al paisaje y la calle, lograr que la gente se introduzca en los edificios, los conozca, y así se adueñe de ellos.
De acuerdo con Barreiro, para crear el paisaje urbano se necesita calidad en la misma construcción; es decir, pensar en proporciones, dimensiones, instancias, tiempos de recorrido; servicios requeridos en la ciudad para que sea cómoda, y formar el paisaje como un elemento dinámico.
No podemos concebir en el paisaje urbano como una fotografía estática, sino como una película en movimiento, donde de pronto el paisaje se corta por el uso del transporte o por una avenida amplia y luego se reconecta, añadió el entrevistado.
Según Barreiro, cuando las personas recorren la ciudad pueden mirar la arquitectura desde diferentes ángulos, y descubrir diferentes esquinas, rincones, y espacios que proporciona, principalmente para que el hombre tenga goce y disfrute.
La arquitectura es una parte fundamental del hombre, si está bien lograda, las personas la descubren y sienten suya, aunque económicamente no la pague. “Si nosotros, los arquitectos hacemos una ciudad habitable con espacios aprovechables entonces la gente convertirá el lugar en su propia ciudad, y de verdad se apropiará de ella”.
Los individuos cuidan, limpian y conservan los espacios cuando siente que la ciudad responde a sus necesidades. Ese es el gran reto, enamorarnos de la metrópoli para cuidarla, conservarla y embellecerla.
Por: Michel Alejandra Olguín Lacunza