Contribuyendo a la localización de fuentes de energía que nos provee el subsuelo.
Actualmente el tema energético es motivo de preocupación y acalorados debates, y no es para menos, pues representa el motor de la economía. Pero más allá de leyes y políticas, algo de lo que pocas veces pensamos es en las fuentes de esa energía y cómo se localizan. Pues bien, en este artículo abordaremos cómo la geofísica, una disciplina de la geología, contribuye a la localización de las fuentes de energía que nos provee el subsuelo.
La fuente de energía más conocida y utilizada es el petróleo y el gas, también conocidos como energías fósiles. En este campo, la geofísica emplea métodos en la búsqueda de yacimientos por medio de sus propiedades y con técnicas aplicadas desde superficie con la finalidad de obtener valores como la conductividad eléctrica del subsuelo, velocidad de propagación de ondas, densidad de masa o susceptibilidad magnética.
A través de los métodos sísmicos se mide la velocidad de propagación de ondas en el subsuelo. Esto es posible generando pequeños movimientos sísmicos utilizando una fuente de energía vibratoria, las ondas se propagan hacia el subsuelo, la energía se trasmite y otra se refleja. A su vez, esta lleva información y es registrada por los geófonos en superficie, posteriormente se digitalizan y se visualizan. Dentro de estos métodos existen dos técnicas, sísmica de refracción y sísmica de reflexión, siendo la última la más utilizada.
Los métodos eléctricos miden la conductividad eléctrica, o bien su inverso, la resistividad del subsuelo. Estos métodos ayudan a la evaluación de las formaciones geológicas puesto que los hidrocarburos no conducen la electricidad. Detectando principalmente el agua subterránea, determinando la intrusión salina en acuíferos, investigando depósitos de minerales, detectando cavidades y fracturas, determinando el nivel friático, entre otros.
Por: Ing. Jesús Méndez Gaytán Director General Geophysical Surveys, S.A. de CV.