Estamos en el mejor momento para hablar (bien)de bienestar en el trabajo

Hablar de bienestar en el trabajo ya no es opcional. Estamos ante la ‘tormenta perfecta’ para abordar uno de los aspectos más humanos de las relaciones laborales y, probablemente, el factor que más influye en la productividad y rentabilidad de las empresas.

Los trabajadores ya no están dispuestos a comprometerse con empresas que no muestran un interés genuino en ellos, y esto los orilla a tomar decisiones que hace muchos años eran impensables. En el informe ‘La revolución invisible’ de PageGroup1 evidencia que 36% de las personas rechazaría un ascenso si considera que el nuevo rol afectará su salud mental. Esto sólo es la punta del iceberg.

El valor que le dan las personas a aspectos que van más allá del sueldo, plantea un reto en la gestión de talento, un desafío que debemos asumir porque los negocios y las transformaciones demandan cada vez más compromiso e innovación de los colaboradores; además hay industrias donde la escasez de perfiles y rotación empiezan a encender las alarmas. Las personas están enviando un mensaje importante a las organizaciones:

Ningún trabajo ni un sueldo van a compensar las afectaciones en la salud mental o física. La pandemia nos hizo más conscientes del valor que tienen otros aspectos más allá del empleo; por mencionar, el Workmonitor 2024 de Randstad2 muestra que el 61% de los candidatos no aceptaría una oferta laboral si perciben una afectación en el balance vida-trabajo.

Cuando hablamos de bienestar en el trabajo no abordamos un mero tema de oferta de valor al empleado.

Es un asunto que tiene que ver con el futuro de las relaciones de trabajo e indicadores clave como la retención de talento o la satisfacción, este último es un factor importante para el engagement de la fuerza laboral. El agotamiento de la fuerza laboral puede traducirse en pérdidas de hasta 1 millón de dólares anuales para los empleadores, principalmente por el presentismo de los colaboradores, según estimaciones de los Consejos Nacionales de Seguridad (NCS por sus siglas en inglés)

3 . La falta de bienestar en el entorno laboral sólo genera más riesgos tanto para las personas como para las empresas. En el caso de los colaboradores los hace más vulnerables a trastornos mentales como estrés, depresión, ansiedad o insomnio; también hay mayor probabilidad de sufrir un accidente laboral debido a la baja concentración o la fatiga, y todo esto, genera una merma en productividad y en las finanzas.

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Por: Renata Maldonado

Directora de Recursos Humanos de Natura &Co

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