Estas alternativas de evaluación son herramientas con gran potencial de implementación, ya que no sólo llevan a concluir si un proyecto es rentable o no, sino que brindan información sobre qué tan probable es que esto ocurra y ayudan a estimar el impacto de aspectos en ocasiones intangibles.
Los proyectos de infraestructura (públicos, privados o mixtos) constituyen un factor que acelera el crecimiento y desarrollo económico de un país, por ello, adquieren especial relevancia. En este contexto, es común que los agentes económicos enfrenten problemas de escases de recursos (humanos, materiales, financieros, etc.), ya que éstos son limitados y su utilización debe ser eficiente, aunado a que sería imposible desarrollar todos los proyectos disponibles, por lo que es necesario evaluar y elegir para desarrollar, sólo aquellos que ofrezcan los mayores beneficios. Así, de los diferentes tipos de evaluación, la económica – financiera resulta ser la que mayor atención genera en los inversionistas, ya que es en ésta donde se puede determinar si el proyecto les generará valor.
Alternativas
El método de “flujos de efectivo descontados” (DCF, por sus siglas en inglés) es el mayormente utilizado para realizar evaluaciones económicas – financieras, debido a que se enfoca en la capacidad de generación de efectivo. Los factores clave en este método son la proyección adecuada de los inputs (ingresos, gastos, inflación, etc.) y la correcta definición de la tasa de descuento, ya sea una WACC o el costo del capital accionario
Por: Mtro. Juan Alberto Monter Sanabria
Director General de Moen Consultores