Según la OIT, señala que los jóvenes tienen tres veces más probabilidades que los adultos de estar desempleados, debido a su limitada experiencia laboral.
La falta de experiencia laboral es la brecha más amplia que separa a las personas de conseguir empleo. A nivel mundial el 51% de las vacantes requieren más de 8 años de experiencia, mientras el 36% de la fuerza laboral mundial tiene menos de 3 años de experiencia, de acuerdo con el estudio Total Workforce Index de Talent Solutions de ManpowerGroup.
Esta brecha se agrava en los países con un mercado laboral emergente como México, el cual su población disponible para trabajar está conformada en su mayoría por generaciones jóvenes.
Para 2021 en los mercados laborales emergentes, el 50% de sus trabajadores eran Millennials y Centennials, encontró el estudio.
“México es un mercado laboral emergente donde 7 de cada 10 jóvenes tiene dificultades para emplearse, señalando a la falta de experiencia como la principal causa por la que no logran acceder a un trabajo formal”, comentó Misael Perea consultor para Talent Solutions.
A partir de un análisis de la empresa de soluciones de capital humano, los jóvenes en el país tienen un espectro de experiencia laboral donde el 33% tiene más de tres años; 35% de uno a tres años, y 32% menos de un año.
Incorporarse al mundo del trabajo formal demanda adquirir “tablas laborales’’ desde que se cursa la carrera, pues por lo general se paga más por la experiencia que por el nivel de estudios, así que mientras más pronto se incorporen a las organizaciones a través de programas de entrenamiento y conozcan diferentes áreas será más factible lograr la colocación laboral.
A raíz de la pandemia, los perfiles de trabajo se transformaron enfocándose en habilidades blandas como: confiabilidad, colaboración, resiliencia, adaptabilidad e iniciativa, competencias que se adquieren con la práctica cotidiana y capacitación.
La Organización Internacional del Trabajo, OIT, ha señalado que los jóvenes tienen tres veces más probabilidades que los adultos de estar desempleados, debido a que su limitada experiencia laboral juega en su contra cuando presentan su candidatura para empleos de categoría inicial.
Los jóvenes de ahora tienen un mejor nivel educativo en comparación de hace 20 años; su nivel de cultura digital es también superior. Para cerrar el “gap” que existe, se requiere tomar cursos adicionales que puedan mejorar su empleabilidad.
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