Los futurólogos advierten que todo cambiará, de momento lo único cierto es que “la ofcina” está pasando de ser un lugar para trabajar a un lugar para reunirse.
El trabajo a distancia –teletrabajo, home office– ha logrado mantener en operación a organizaciones de prácticamente todos los sectores durante la crisis sanitaria por el coronavirus. En unos casos se explora por vez primera, mientras en otros es una opción ya probada a menor escala, durante situaciones como la pandemia de influenza de 2009 y el sismo de 2017. En todo caso, tanto directivos como empleados en todo el mundo se preguntan hoy, si esta modalidad llegó para quedarse.
La tecnología que hace posible el teletrabajo, ha estado disponible desde hace mucho tiempo, pero su adopción ha sido lenta por la inercia y la escasa inclinación a invertir en tecnología y capacitación. Sin embargo, el confinamiento global ha funcionado como un laboratorio excepcional para el teletrabajo y los analistas coinciden en que esta modalidad ha demostrado su potencial para el largo plazo.
Ventajas
Sus ventajas son diversas, desde el tiempo ahorrado en traslados y la flexibilidad horaria, hasta un aumento de productividad. Desde la oportunidad de lograr un mejor equilibrio entre la vida profesional y la personal, hasta los ahorros en renta e insumos. Además, el teletrabajador suele tener una mayor satisfacción laboral, lo que se traduce en menos costos por reclutamiento y capacitación.
Una encuesta realizada por Amedirh, revela que quienes buscan empleo, otorgan gran valor a la posibilidad de trabajar desde casa e incluso están dispuestos a aceptar una reducción salarial de hasta 8% a cambio de esa opción. Respecto a la productividad, un estudio llevado a cabo en China, halló que los empleados de un call center que trabajaban desde casa, tenían un mejor desempeño, debido principalmente, a que tomaban menos descansos y menos días libres.
Desventajas
Sin embargo, también hay inconvenientes. Un reporte de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), señala entre ellos la falta de límites claros entre el trabajo y la vida personal, ocasionando más horas de trabajo sin pago, estrés y agotamiento. A su vez, las empresas informan que una menor supervisión de los trabajadores puede resultar en una pérdida de productividad y, que colaboradores de cierto perfil disminuyen su creatividad al perder contacto con sus compañeros…
Por: Amedirh
Asociación Mexicana en
Dirección de Recursos Humanos A.C