El mayor reto al que se enfrentan las empresas familiares es la sobrevivencia actual y futura.
Las empresas familiares constituyen la forma más antigua y dominante en el mundo de las organizaciones empresariales, se reconoce su importancia en la economía a nivel mundial porque contribuyen de manera significativa en el Producto Nacional Bruto de una gran cantidad de países. En América Latina, las empresas familiares contribuyen con 60% del PIB, mientras que en España lo hacen con alrededor del 65%.
Empresa familiar visionaria
A pesar de su importancia económica, la tasa de desaparición de este tipo de organizaciones es muy alta y poco se hace para prevenir su extinción, por eso, el mayor reto al que se enfrentan las empresas familiares es la sobrevivencia actual y futura. Dicho reto se traduce en la definición y el apego a condiciones y reglas que establezcan bases sólidas para lograr el crecimiento continuo, mantengan equidad, transparencia y productividad, tales bases deben procurar también que los socios familiares no pierdan el interés por la empresa y que esta les procure calidad de vida, además, los miembros de la empresa familiar deben procurar tener una empresa visionaria, líder en su ramo, carismática, con valores y brillo propio, con sensación de seguridad futura.
Uno de los factores determinantes para la extinción de una empresa familiar son las tensiones entre los miembros de la familia, reconocer y enfrentar situaciones problemáticas permite instaurar reglas para saber actuar y, más aún, para prever los conflictos, sin afectar la relación familiar y el crecimiento empresarial. La buena relación entre la familia y su empresa vale mucho y por lo tanto hay que cuidar la continuidad y el crecimiento operativo sin conflicto.
Por otra parte, la forma para que las empresas familiares subsistan es la institucionalización, pues permite a sus miembros familiares asegurar que su patrimonio está invertido de manera efectiva y que pueden sobrevivir a la posible desaparición del fundador o de algunos otros miembros familiares.
Para atender las tensiones familiares, elaborar reglas e instaurar mejores prácticas de gobierno es importante, resistir la tentación de “hágalo usted mismo” o “hágalo con quien cree saber por una experiencia previa” o por ser un “gran académico con poca o nula práctica”.
En realidad, este ejercicio requiere de profesionales con experiencia, capaces de presentar diversas alternativas y adecuar la que mejor responda al estilo familiar y personal de los integrantes de la empresa.
Es igualmente importante que las reglas no las fomente alguien con algún conflicto de interés, pues esta situación, a los ojos de algunos, puede invalidar la regla en el presente y el futuro. No se puede permitir pensar que la regla se acomodó a la necesidad o gusto de alguien en particular, sin considerar lo mejor para todos.
Por: Dr. Guillermo Cruz Reyes, Presidente de Asesores de Consejo y Alta Dirección.