Se encuentran ante el reto de mejorar sus propias habilidades para poder ser defensores de los empleados.
Cada vez es más común que las empresas se enfoquen en acelerar sus programas de Upskilling, para que sus colaboradores adquieran nuevas habilidades; y Reskilling, para que renueven las habilidades con las que cuentan; así como en la digitalización de los procesos de aprendizaje y desarrollo, para lograr algunos de sus principales objetivos: Cubrir las skills que el negocio requiere y preparar a la organización para el futuro.
Cegid América Latina, enfocada a soluciones cloud de Nómina, Gestión del Talento y del Tiempo, destaca cuatro principales habilidades que considera como esenciales cuando se trata de estar listos para diversos retos, independientemente del sector al que pertenezca la empresa.
- Pensamiento crítico y resolución de problemas, es una habilidad que se debe desarrollar en todos los sectores empresariales. Mientras la digitalización y automatización de procesos se hace cada vez más común, el pensamiento crítico y la resolución de problemas complejos será el valor añadido que aporte todo profesional.
- Autogestión, habilidades como aprendizaje activo, la automotivación, control de estrés, y resiliencia, son fundamentales al interior de las empresas, y las personas cada vez están más interesadas en adquirirlas empleando el autoaprendizaje.
- Habilidades comerciales, como la gestión de proyectos, gestión de clientes y ventas cada vez son más necesarias, independientemente del puesto del profesional.
- Habilidades blandas, referentes a lo social y a la comunicación que posibilitan a las personas a desempeñarse en sus funciones con mayor efectividad. No apuntan a lo técnico ni están necesariamente ligadas a la experiencia, sino que contemplan más la parte emocional interpersonal y de relacionamiento, como liderazgo, comunicación, colaboración y gestión del tiempo.
El papel del área de Recursos Humanos es protagónico para ayudar a las personas a mejorar sus capacidades. Y para ello, se encuentran ante el reto de mejorar sus propias habilidades para poder ser defensores de los empleados mediante el desarrollo de una adecuada cultura de comunicación y asesoría.
