El Covid-19 aceleró el trabajo flexible en algunas organizaciones, en especial el home office, el cual se convirtió en una alternativa para las empresas y para no exponer a los trabajadores al contagio de la enfermedad. Sin embargo, con un uso intensivo del teletrabajo, también surgen nuevas preocupaciones para los empleadores. ¿Los empleados están preparados para trabajar de esta manera? ¿Cómo generar la confianza en los líderes para gestionar los equipos con éxito? ¿El home office se puede aplicar a todos los roles de la compañía? Éstas son algunas de las dudas que ha planteado la nueva dinámica para las empresas.
Sin embargo, estos desafíos que se plantean con el uso intensivo del trabajo flexible representan también una oportunidad de transformación cultural para las empresas en las que pueden mejorar la comunicación, el liderazgo, el uso de herramientas digitales e implementar nuevas modalidades de trabajo. Para lograr una implementación efectiva del trabajo flexible es necesario abordarlo desde cuatro factores:
Cultura
• Esquemas de comunicación y colaboración
• Gobierno y toma de decisiones
• Definición de expectativas de cada puesto
• Recursos internos para rutinas efectivas de trabajo
Liderazgo y gestión
• Compromiso, visibilidad y alineación del liderazgo
• Herramientas para analizar ROI, costos y beneficios, compromiso de los empleados
• Herramientas para analizar su aplicabilidad
Personas
• Entender la situación y ser empático
• Gestión del cambio
Estructura tecnológica
• Revisión y documentación de políticas
• Rediseño de puestos
• Medición de productividad
• Herramientas tecnológicas y de colaboración adecuada
Por: María Vallejo
Reportera