Durante la contingencia más de 1 millón de pequeños negocios han cerrado, menos del 10% ha recibido apoyos del gobierno y en su mayoría, han transformado sus modelos de negocios. A un año del inicio de la pandemia en México, los daños no cesan siendo el más catastrófico el cierre definitivo de negocios, que suman 1 millón 10,857 (20.8%), revela el estudio Demografía de los Negocios (EDN) 2020 publicado por el Inegi. Si se toma en cuenta que de los 4.9 millones de establecimientos en el país, 99.8% son micro, pequeños y medianos, el cierre representa una crisis económica para el país.
Los tres sectores que más han sufrido la muerte de empresas son los de servicios privados no financieros (24.9%), comercio (18.9%) y manufacturas (15 por ciento). Oaxaca es el estado con menos establecimientos “muertos” con 13.70%, mientras que Quintana Roo (31.8%) y Baja California Sur (28.1%) fueron los que mayores cierres tuvieron. Los cierres definitivos generaron la pérdida de tres millones de empleos, mientras que los comercios que siguen operando, prescindieron de 1.15 millones de personas, sumando así 4.12 millones de desempleados.
Las empresas han cambiado sus modelos de negocio, ya sea con servicios a domicilio, citas, venta en línea o incursionando en otros sectores. Los cambios de modelos de negocios no bastan para seguir de pie, también se requiere de apoyo gubernamental. A lo largo de la pandemia se han lanzado programas como Tandas para el Bienestar y Crédito a la Palabra; sin embargo, no han sido suficientes para sortear la crisis, pues las Pymes señalan que el monto de 25,000 pesos no solventa los pagos de nómina o rentas.
Por: María Vallejo
Reportera