Al corte del primer semestre de 2022, en México se cometieron 85 mil millones de tentativas de ataque informático.
Ante la aceleración vivida en diversidad de procesos organizacionales y su impacto en las dinámicas relacionadas con la gestión y la actividad de las personas, la Asociación Mexicana en Dirección de Recursos Humanos (AMEDIRH), estima que es momento revisar los protocolos de ciberseguridad a favor de la integridad de datos, información y conocimiento en las empresas.
“La seguridad de la plataforma tecnológica y de todos los activos digitales que en ella circulan y almacenan son fundamentales para la continuidad de negocio. Olvidar dedicarle atención suficiente a este ámbito puede ser uno de los errores más graves, significa riesgo e incluso la posibilidad de daño grave a la organización”, subraya el Lic. Mauricio Reynoso, Director General de AMEDIRH.
De acuerdo con lo reportado por Silikn, compañía mexicana especializada en ciberseguridad, al corte del primer semestre de 2022, en México se cometieron 85 mil millones de tentativas de ataque informático. Para la firma Fortinet, la cifra ronda los 80 mil millones de amenazas.
La preocupación por la ciberseguridad y el repunte de actos criminales en esta categoría ha hecho que la Organización de los Estados Americanos (OEA), haya manifestado la necesidad de impulsar las estrategias nacionales de seguridad informática, entre iniciativa privada y gobiernos tanto para mitigar las brechas como para fortalecer la conciencia de los colaboradores para contribuir a reducir los riesgos.
Además del enorme gasto que significa para las empresas el hecho de invertir en infraestructura para la ciberseguridad, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) estima que se presentará una muy importante escasez de especialistas hacia 2025, con un déficit de 3.5 millones de plazas.
Así que el fenómeno tiene varias aristas. Por un parte, nos hallamos ante la urgente tarea de sensibilizar a nuestra fuerza de trabajo acerca de la magnitud del perjuicio que representan los ataques informáticos. Por otra, el crimen informático parece sofisticar a mayor velocidad el perfil de su capital humano.
Un informe reciente del FBI de los Estados Unidos, indica que al cierre del 2021, los delitos más comunes ocurrían a través de las cuentas de correo corporativo, registrándose pérdidas de 2 mil 400 millones de dólares de costos en la Unión Americana. Otros delitos comunes son el phishing (robo de información personal a través de una página web), vishing (suplantación de identidad), baiting (propagación de virus mediante el uso de dispositivos USB), smishing (mensajes SMS para cometer fraude, pretendiendo que el origen es una institución de prestigio, como un banco).